Los Pajaritos, un nido aragonés

Ni el Barça de Pep Guardiola abarrotó el coqueto estadio de Los Pajaritos en septiembre de 2008. El último lleno en Soria data de mayo de ese mismo año, en el encuentro en que el Numancia logró el ascenso a la Primera División ante el Deportivo Alavés. Ocho años después, lo que no consiguió ni el embrujo de Leo Messi, lo logrará la pasión del zaragocismo, el corazón de un histórico equipo de Primera al que le quedan cuatro (mejor dicho, cinco) días en Segunda División.

El amor de los aficionados zaragocistas por su equipo se reflejará en un hecho muy poco común en el fútbol profesional: que la afición visitante sea más numerosa que la local. Ese último dato se manejaba ayer en Soria. A saber: el Club Deportivo Numancia cuenta con 3.000 abonados, y las aproximadamente 6.000 localidades sacadas a la venta se estima que en un 95% han sido adquiridas por aficionados del Real Zaragoza.

Incluso los dos centenares de entradas correspondientes a los patrocinadores del club numantino que hoy serán puestas a la venta también las persiguen los seguidores del equipo del león rampante. Datos y más datos que confirman la elevada trascendencia de la cita de esta tarde a orillas del río Duero. No lo olviden: si el Zaragoza vence hoy en Soria, esta misma noche se introducirá en la zona de ascenso directo como segundo clasificado.

El campo de los Los Pajaritos parecerá La Romareda. Incluso los seguidores zaragocistas aguardarán a la plantilla a las 17.15 en la puerta de entrada a los vestuarios para arropar a los jugadores que sobre el césped deben plasmar la misma superioridad que se apreciará en las gradas. Los aficionados zaragocistas partirán por la mañana de la capital aragonesa. La federación de peñas he fletado alrededor de 30 autobuses.

Unos 20 saldrán de la calle Asín y Palacios de Zaragoza, muy cerquita de la sede del club. Una decena más de autobuses marcharán desde todos los puntos cardinales de Aragón: del Jalón al Vero, de Calatayud a Barbastro, pasando por Magallón, Fuendejalón, Brea, Morata, Tarazona, Ejea de los Caballeros... Todos se reunirán luego a las 12.00 en la plaza Mayor de Soria. Allí se producirá otro hecho con escasos precedentes en el fútbol profesional actual: el hermanamiento entre las dos aficiones. Los mismos seguidores que animarán a sus equipos siete horas más tarde se abrazarán en un acto que subraya la fraternidad entre el sentimiento numantino y zaragocista.

Acto de hermanamiento

Con pan y vino se hace más corto el camino... En la quedada en Soria no faltará de nada. Por haber, habrá una discomóvil para amenizar el abrazo entre los dos equipos, entre unas gentes a las que une y no separa ni un gigante como el Moncayo. ¡Qué bueno tildar este partido como el derbi del Moncayo! ¡Qué bien puesto está este nombre! ¡Qué bonito es que dos aficiones caminen juntas hacia un estadio! Lo hacen desde que en el año 2000, en la primera presencia del Numancia en la Primera División, numantinos y zaragocistas partieran unidas desde la plaza del Justicia (vulgo San Cayetano), sede de la peña numantina El Picadillo que preside el inefable Antonio Córdova, hasta La Romareda.

Hoy volverán a repetir ese precioso gesto, ahora junto al Duero. A las 13.30 tendrá lugar el acto de hermanamiento entre clubes. Después, todos hasta el barrio de Los Pajaritos, a ganar en el campo del mismo nombre. Campo con calefacción, por cierto. Hoy no hará falta: la afición aragonesa le dará calor a su equipo. Y después de sumar los tres puntos, después de saludar al Moncayo en el viaje de regreso, a dormir a Zaragoza como segundos clasificados, en ascenso directo, a cuatro pasos del terreno que nos pertenece, la Primera División.