El camino que lleva a Primera no va a ser sencillo para los equipos que todavía aspiran a hacerse con uno de los dos billetes directos hacia la máxima categoría. En una Segunda marcada por la igualdad en la que, a cinco jornadas para el final, todos los equipos se juegan algo, ninguno de los candidatos al ascenso puede respirar tranquilo.

El Real Zaragoza, por ejemplo, tiene que jugar contra el Numancia, que aún conserva alguna opción, aunque remota, de acabar peleando por entrar al 'play off', recibirá a dos rivales de la zona alta, el Nástic y el Oviedo, y visitará a dos que luchan por la salvación, el Huesca y el Llagostera. El calendario de sus rivales es parecido, en algunos casos casi idéntico. El conjunto blanquillo se enfrenta a los equipos que va dejando el Leganés, por lo que cuatro de sus cinco partidos son contra los mismos rivales, lo mismo que le ocurre al Real Zaragoza con el Osasuna, que juega una semana después con los equipos que se han enfrentado a los blanquillos.

El Nástic sí puede ser el que, a priori, cuente con un calendario más exigente, ya que cuatro de sus cinco partidos son contra equipos que ocupan puestos de ascenso directo o 'play off', mientras que el Alavés podría tener el camino más llano, pues se enfrenta a dos rivales de la zona alta, el Alcorcón y el Nástic, a uno que lucha por la salvación, la Ponferradina, y a dos que cuando jueguen contra los catalanes podrían no pelear por nada: el Bilbao Athletic, a punto de consumar su descenso, y el Numancia, ahora mismo en tierra de nadie.