Ganas de que llegue el domingo

La plantilla del Real Zaragoza completa la penúltima sesión de entrenamiento antes de viajar a Ponferrada en busca de otra victoria crucial

Se acerca el fin de semana y la plantilla del Real Zaragoza siente de cerca la disputa del enésimo partido clave para obrar el ascenso a Primera División dentro de poco más de un mes. El penúltimo entrenamiento antes de viajar a Ponferrada se ha completado en una mañana soleada, primaveral, dentro de un ambiente de optimismo y confianza que denota las ganas del grupo por que llegue el pitido inicial del árbitro, el valenciano Ais Reig, en el campo de El Toralín. Es ese cosquilleo de estómago que provoca cada año la llegada del final de la liga para quienes se juegan cuestiones importantes en la clasificación, y el Real Zaragoza es uno de ellos en la igualada Segunda de este curso.


Lluís Carreras está manejando los tiempos con mano izquierda. Trabajo medido para que no surjan más lesiones inoportunas. Consignas anímicas, tanto en el ámbito global como en casos particulares, para que todos los futbolistas lleguen al domingo enchufados con un cable de alta tensión y den lo mejor de sí en campo leonés. El ambiente es excelente en la caseta blanquilla. Se trata de saber navegar con destreza con el viento a favor que ha generado la consecución de tres victorias seguidas que, además, requieren de seguir alargando la racha para alcanzar en cuanto sea posible la segunda plaza de la tabla clasificatoria.


No ha habido novedades durante la semana en forma de nuevas recaídas, de súbitos problemas físicos. Pese a que la cosa empezó torcida tras ganar al Alcorcón con brillantez, al saberse las lesiones de Vallejo e Hinestroza y asumirse las ausencias por sanción de Lanzarote y Culio, los días han pasado en agradable calma. Hasta el Comité de Competición dio la razón en el recurso por Dorca, al que retiró la tarjeta amarilla del último partido por un defecto de forma del acta y el catalán podrá seguir en el once titular en El Toralín. Está siendo, en este sentido, una de las mejores semanas de trabajo colectivo de los últimos meses.


La sesión de este viernes ha sido suave, sin riesgos físicos, sin cargas de trabajo relevantes. Se dejan para el sábado las cuestiones puramente tácticas, a la espera de discernir por dónde puede atacar la Ponferradina una vez decidió despedir a su entrenador, Fabri González, el pasado lunes. El regreso al banquillo de Fernando Vega, hombre de la casa en el equipo de El Bierzo, hace que el trabajo de seguimiento del rival tenga esta vez poca sustancia, ya que lo io normal es que haya cambios en la alineación berciana y también nueva disposición de sus hombres sobre el terreno de juego.


Por ello, Carreras no tiene prisa en decidir su bloque de inicio, en el que nueve piezas parecen fijas: Manu Herrera, Isaac, Guitián, Rico, Morán, Dorca, Ros, Pedro y Dongou. Tiene que definiir quiénes suplen a Vallejo y Lanzarote respecto de los últimos onces vistos frente al Alcorcón y el Valladolid. Hay varias bajas de peso específico, pero también asoma la profundidad de recursos que posee en este segundo tramo de la competición el Real Zaragoza tras su revolución de invierno. Ángel, Abraham, Diamanka, Sergio Gil... cualquiera de ellos, ahora puntualmente con vitola de suplentes por diferentes causas, jugará en Ponferrada desde el minuto uno.


Los preparativos están siendo los mejores. El ambiente, insuperable tras los últimos buenos resultados y el repunte anímico de la afición y el entorno del equipo. El entrenamiento de esta mañana en la Ciudad Deportiva es el mejor ejemplo de este momento de optimismo y fe fundada. El sábado, en La Romareda, se pulirán los detalles y al mediodía la expedición blanquilla partirá en autocar hacia el Oeste de la península con la intención de echarle el guante en cuanto sea posible al Alavés. No se piensa en otra cosa. Y se cree posible. En los últimos 20 días, este objetivo ha dejado de sonar a utópico.

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