¿Jugó Ángel un Tenerife-Zaragoza?

El delantero zaragocista disputó un partido idéntico al del domingo con la camiseta canaria en 2008. Ese día, ganaron los aragoneses 1-2.

Ficha, titular de la crónica e imágen del Tenerife-Real Zaragoza de 2008 en el que jugó Ángel con el equipo canario.
Ficha, titular de la crónica e imágen del Tenerife-Real Zaragoza de 2008 en el que jugó Ángel con el equipo canario.
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El partido CD Tenerife-Real Zaragoza de este domingo no va a ser el primero que dispute Ángel, el ariete del equipo zaragocista, en el Heliodoro Rodríguez. Hay un precedente en el que, obviamente, el delantero canario vistió la camiseta del club tinerfeñista, el de su ciudad, el equipo en cuya cantera se formó y en el que debutó como profesional hace una docena de temporadas. Fue en la temporada 2008-09, con el Zaragoza también en Segunda División. Aquel día, los aragoneses ganaron 1-2 al Tenerife.


Han pasado casi ocho años. Ángel era entonces un pipiolo veinteañero, un canterano emergente del cuadro insular. El Real Zaragoza era el que, con Marcelino García Toral al frente, con los vestigios de la plantilla más cara de la historia que se había hundido en Segunda pocos meses antes, intentaba volver enseguida a Primera. Ángel fue esa tarde la tercera sustitución de José Luis Oltra, el técnico local, ahora en el Córdoba. Entró al campo faltando 10 minutos relevando al hoy jugador del Lugo, el extremo diestro Iriome, que se fue lesionado tras haber salido también desde el banquillo 20 minutos antes.


Ángel se ubicó en punta, volcado a la banda derecha, en un ataque chicharrero en el que mandaba el goleador Nino -aún en activo en el Osasuna-, que ese año fue el pichichi de la categoría con 29 goles, uno más que el zaragocista Ewerthon. Allí estaba también Alfaro -juega todavía, en el Valladolid-, Ricardo León, Juanlu Hens, el portero Sergio Aragoneses... y el también zaragocista en estos momentos Marc Bertrán. Al joven Ángel le tocó fajarse con Paredes, el lateral zurdo del Zaragoza de aquel día en un a defensa que conformaba con Pignol, Chus Herrero y Ayala, con López Vallejo bajo palos.


Salió al campo con 1-1 en el marcador, en busca del triunfo postrero de su equipo. Hacía poco que Nino había igualado el gol inicial marcado por Arizmendi en la primera parte. No tuvo éxito Ángel. Al contrario, vería sobre el césped cómo el Zaragoza marcaba el 1-2 en los últimos instantes, gracias a un penalti provocado y anotado por el citado Ewerthon. Un triunfo zaragocista que lo llevó a la tercera posición en la tabla, entonces de ascenso directo (no había promoción, subían los tres primeros automáticamente). Un equipo blanquillo con Oliveira, Ewerthon, Jorge López, Gabi, Zapater, Arizmendi...


En aquellos días, cada vez más lejanos, Ángel ya jugó un Tenerife-Real Zaragoza como el de esta vez, pero con la camiseta inversa. Nadie de aquel Tenerife queda en el equipo. Tampoco en el Real Zaragoza. Han sido ocho años de cataclismos en ambas instituciones. Solo Ángel -con el ahora lesionado y ausente Marc Bertrán- hace de nexo de unión entre uno y otro episodio. Será, por lo tanto, un elemento importante en el guión de lo que acontezca en el Heliodoro. Es un protagonista extraordinario de la matinal del Domingo de Ramos tinerfeño.


No será la primera vez que Ángel juegue en el estadio de su ciudad con otra camiseta. Lo hizo, también en Segunda, en su andadura con el Elche hace cinco campañas. No marcó. No hubo lugar a comprobar su conducta en tal caso. Ahora, con el '9' del Real Zaragoza a su espalda, Ángel ya ha advertido en la isla, durante la semana, que no piensa celebrar un gol si lo anota. Al clásico respeto que suele presidir este tipo de asuntos, se suma esta vez el malestar que causó en la afición chicharrera el hecho de que, en octubre, en el partido de la primera vuelta en La Romareda, sí que lo celebrara cuando firmó el 2-0 desde el punto de penalti. Lo ha aclarado con sentido común Ángel. Estaba necesitado de aquel gol, atravesaba una crisis peligrosa en sus primeros dos meses como zaragocista. Y no pensó más allá sobre la repercusión de aquella natural alegría suya.


El domingo, en Tenerife, todo será radicalmente diferente. Tan diferente como el color de la camiseta, el escudo y la edad de Ángel Rodríguez respecto de la otra vez en la que jugó un Tenerife-Real Zaragoza en el Heliodoro. Ahora, está a un mes de cumplir los 29. Entonces, era un barbilampiño chaval de 20. Por cierto, al final de aquel curso, tanto el Real Zaragoza como el CD Tenerife ascencieron -junto al Xerez- a Primera División.

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