Prohibido creérselo

El proceso de mentalización de la plantilla del Real Zaragoza prosigue bajo las pautas del autocontrol, del realismo, del sentido común, Lluís Carreras, el responsable técnico, y todo su equipo de colaboradores -psicóloga incluida- no quieren soltar las riendas ni un milímetro en la tarea de mantener al equipo enchufado cada minuto durante la semana con la mente puesta únicamente en el siguiente partido, en este caso, el de Tenerife el próximo domingo (12.00). Todos los responsables de área del vestuario son conscientes de la dificultad enorme de la encomienda que supone acabar en junio en Primera División cuando, a 1 de febrero, el Zaragoza era 12º clasificado, lo separaban 6 puntos de los puestos de promoción, 12 del ascenso directo y, con nueve cambios en su plantilla, acometía una remontada de dimensiones extraordinarias.

Este miércoles, el portavoz del grupo ha sido Abraham Minero, reaparecido ante el Albacete después de tres meses de baja por una lesión ósea en el talón izquierdo. Los razonamientos del lateral catalán inciden de lleno en la filosofía que Carreras y su gente han conseguido expandir dentro de la plantilla y que, por ahora, está siendo clave para haber entrado en una espiral positiva que tiene a los aragoneses ya dentro del vagón de la promoción y a solo cuatro puntos del segundo puesto como consecuencia de seis jornadas consecutivas de sobresalientes resultados. "No tenemos que confiarnos ni tampoco conformarnos, ahora hay que ser capaces de mantenernos con este rendimento. La predisposición del equipo es excelente", indica Abraham respecto del modo de asimilar la positiva dinámica que vive el Zaragoza desde hace mes y medio.

Victorias ante el Leganés (1-0), Córdoba (0-2), Lugo (3-1) y Albacete (1-0); empates a domicilio ante los punteros Osasuna (1-1) y Alavés (0-0); solo dos goles encajados en esta media docena de exitosos duelos con equipos de duro perfil por unas u otras causas... El equipo tiene prohibido creérselo. Tiene mérito lo logrado, pero es aún insuficiente. Hace falta mucho más para alcanzar los objetivos. De nada servirán estos seis grandes marcadores y esta gratificante racha iniciada el 7 de febrero si un día se rompe y no se da la perentoria continuidad hasta junio. Se trata de una contrarreloj exigente, de un maratón en el que no cabe un solo instante de desfallecimiento. Y los jugadores asumen este envoltorio con total normalidad. "Ahora empiezan los partidos clave, ahora llega lo importante de la liga", remarca Abraham mirando exclusivamente hacia delante y obviando cualquier tipo de regocijo inerte sobre lo que el Zaragoza ha logrado en las seis jornadas previas.

"Lo importante es estar ahí. Solo eso.Y sabemos que, solo si seguimos sumando, continuaremos ahí. Si no lo conseguimos, nos volveremos a caer", apostilla en este sentido Abraham. Los futbolistas están programados para no relajarse ni un instante. La labor de instrucción mental en el vestuario está teniendo una buena recepción entre los jugadores. "El equipo está con la confianza de que se puede", asegura Abraham. La fe circula por las venas de todos los protagonistas. Y, ante ese futuro que arranca en Canarias el domingo, se redunda en el seno del grupo en no mirar más allá que en los 90 minutos que aguardan en el Heliodoro Rodríguez de Santa Cruz, la siguiente 'final de la Copa de Europa' para el actual Real Zaragoza: "Solo nos tenemos que preocupar de nosotros y, en estos momentos, únicamente del Tenerife. Después, si ganamos, lo que tenga que venir vendrá", dice Abraham.