Freno de mano para Culio

El argentino ha visto una tarjeta en cada uno de los tres partidos que ha jugado desde su llegada a Zaragoza: un ritmo inaguantable

Culio salta con el aragonés Luso Delgado en el Córdoba-Real Zaragoza de hace dos semanas.
Culio salta con el aragonés Luso Delgado en el Córdoba-Real Zaragoza de hace dos semanas.
Valerio Merino/ABC Córdoba

Juan Emmanuel Culio está obligado a aplicar el freno de mano en las acciones más punibles de los partidos en las que está inmerso. El centrocampista argentino acumula tres tarjetas amarillas en los tres partidos que ha jugado como zaragocista, un ritmo de castigos disciplinarios que proyecta al menos un par de partidos de suspensión antes de que la liga concluya en junio. De no poner coto a esta tendencia, Culio batiría todos los récord en un espacio temporal de menos de una vuelta del torneo liguero.


Culio fue amonestado por el gallego Pérez Pallas en su debut ante el Leganés en el minuto 80 del partido. Según el acta, por "encararse con un adversario sin llegar al insulto ni a la amenaza". En Córdoba, siete días después, el cántabro Arias López le enseñó la amarilla en el minuto 65 por "derribar a un contrario en la disputa del balón".

Y en Pamplona, en el último duelo, el también gallego Eiriz Mata decidió amonestar a Culio en el minuto 36 por "derribar a un contrario cuando éste estaba en posesión del balón".


Una protesta fuera de tono y dos entradas demasiado duras a juicio de los árbitros de turno. Según discurra el partido ante el Lugo, Culio se puede ver abocado a jugar advertido de sanción en solo veintiún días como zaragocista. Algo inaudito.


Culio, además, ya llegó al Real Zaragoza el 1 de este mes de febrero con la mochila llena desde Las Palmas, donde en los primeros cinco meses de Liga jugó en 12 partidos con los canarios en Primera División. En ellos, el argentino vio dos amarillas (ante el Levante y el Deportivo, ambos en campo insular) y una roja directa: fue expulsado en Getafe, donde su equipo cayó 4-0.


Los árbitros le tienen tomada la matrícula. Su fuerte carácter y su aplicación al límite del reglamento en diferentes momentos de los partidos asoma en los informes que los colegiados elaboran en la preparación puntual de cada encuentro que dirigen. Culio es, por ello, fácil objeto de castigo y no existe demasiada condescendencia en el momento en el que aparecen sus acciones y gestos durante el juego. Él debe saberlo y los técnicos y dirigentes del Real Zaragoza lo han advertido.


Ante el Lugo, en la cuarta aparición como zaragocista, Culio busca su primer partido inmaculado de tarjetas con la camiseta blanquilla. Un reto interesante de cumplir.

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