El Real Zaragoza de Lluís Carreras se enfrenta a otra prueba de fuego este fin de semana. Tras las dos victorias consecutivas logradas en las últimas semanas ante dos equipos de la zona alta, el Leganés y el Córdoba, el conjunto blanquillo visita un escenario ideal para demostrar que la mejoría y fiabilidad mostrada con la llegada de los nuevos fichajes no es pasajera.

En El Sadar, un estadio complicado en el que los aragoneses solo han ganado una vez -precisamente el año pasado- en la última década, ante un rival directo y con la intensidad que se le presupone a un Osasuna-Real Zaragoza, los de Carreras pueden dar un golpe sobre la mesa con el que no solo adelantarían al cuadro navarro -tiene dos puntos de ventaja-, sino que además igualarían o superarían el 'golaverage' particular (0-1 en La Romareda), y darían un nuevo paso hacia la zona de promoción de ascenso, a la que incluso podrían llegar si el Mirandés pierde en Albacete y el Elche no gana al Huesca.

Pero el Real Zaragoza se juega en Pamplona mucho más que un paso adelante en la clasificación. Pese a que el mes de enero fue muy malo, el mercado de invierno ha revitalizado al conjunto aragonés, que llega en uno de sus mejores momentos a nivel moral. Las últimas dos victorias han aportado tranquilidad y confianza a la plantilla, que ha logrado un reto de gran valor: reaccionar en el tramo más complicado del calendario, ante Leganés, Córdoba y Osasuna.

De momento, los dos primeros compromisos no solo se han saldado con seis puntos, sino además con unas sensaciones que invitan al optimismo. Ante el conjunto madrileño, segundo clasificado, el Real Zaragoza ya dejó signos evidentes de mejoría, que se confirmaron con el buen partido en Córdoba del pasado domingo. En el Nuevo Arcángel los de Carreras fueron un bloque sólido, dominaron el encuentro y no dejaron ninguna opción a otro de los candidatos al ascenso. Pero un Osasuna-Real Zaragoza no entiende de tendencias, sino de fútbol y de intensidad, algo que han aportado en abundancia jugadores como Culio, un futbolista que se adapta a la perfección a este tipo de partidos.

Mientras la buena racha del conjunto aragonés solo dura -de momento- dos semanas, el equipo navarro atraviesa un pequeño bache de tres partidos sin ganar que le ha dejado fuera de los puestos de promoción de ascenso. Aún así, los rojillos solo han perdido dos partidos esta campaña en El Sadar, un estadio que no se le da demasiado bien a los zaragocistas.

El Real Zaragoza solo ha ganado en una de las ocho visitas que ha hecho al campo de Osasuna en la última década. Fue precisamente el año pasado, cuando se impusieron (0-1) en aquel partido que tuvo que suspenderse por la nieve y volvió a jugarse entre semana. Cuatro de los otros siete encuentros acabaron en derrota para los blanquillos y los otros tres fueron empates.

Mejorar ante los primeros

Otro de los retos del Real Zaragoza en este encuentro es mejorar sus registros ante los rivales de la zona alta de la clasificación, contra los que ha acumulado más tropiezos que aciertos. En los 12 partidos que han jugado hasta ahora contra los diez primeros -los blanquillos son novenos- llevan cuatro victorias -dos de ellas en los dos últimos partidos-, dos empates y seis derrotas.

Resultados del Real Zaragoza ante los 10 primeros clasificados.

En la primera vuelta empataron contra el Mirandés (6º) y el Leganés (2º), ganaron al Alavés (1º) y al Elche (8º) y perdieron ante Córdoba (5º), Osasuna (7º), Alcorcón (10º), Nástic (4º) y Oviedo (3º), mientras que en la segunda la situación ha mejorado y llevan una derrota, ante el Mirandés, y dos victorias: Leganés y Córdoba.