Lanzarote, un tirador de penaltis acreditado al rescate

El Real Zaragoza, que ha fallado tres de las cinco penas máximas que ha tenido a favor en lo que va de curso, necesita un especialista

Manu Lanzarote, el pasado domingo en su debut como zaragocista ante el Leganés.
Lanzarote, un tirador de penaltis acreditado al rescate
Guillermo Mestre

El penalti que falló Ángel el pasado sábado ante el Leganés, que finalmente no resultó lesivo para el Real Zaragoza porque el equipo aragonés acabó ganando 1-0 con otro tanto posterior del delantero canario, no fue un accidente cualquiera. Significó la tercera pena máxima que falla el equipo aragonés de las cinco que ha tenido a favor en lo que va de temporada. Un dato numérico que denuncia una tendencia que ya se barruntaba a principios de la competición viendo el elenco de futbolistas con los que se compuso la plantilla: no había ni un solo especialista consumado en los lanzamientos desde los 11 metros.


Hasta ahora, Ángel ha lanzado tres penaltis. El ya desvinculado del club, Ortuño, chutó los otros dos. Dos delanteros sin una trayectoria firme en el arte de patear los penales que, aquí en Zaragoza, han asumido la responsabilidad sin demasiada fortuna. Por suerte, entre el elenco de nuevos fichajes ejecutados por Narciso Juliá en el reciente mercado invernal, aparece Manu Lanzarote, que sí aporta en su currículum un hábito en la ejecución de esta pena suprema del penalti y que sí garantiza mayor seguridad de cara al futuro inmediato en este capital asunto.


El extremo catalán ha sido el lanzador de los penaltis en varios de los equipos donde ha jugado. Sobre todo en el Sant Andreu y en el Sabadell, durante cinco temporadas consecutivas, así lo hizo. Y su índice de acierto fue sobresaliente. El sábado pasado, en el día de su debut como zaragocista recién llegado de Grecia, ni siquiera se planteó el debate con Ángel, pese a que Lanzarote aún estaba en el campo cuando Pérez Pallas pitó la pena máxima por derribo de Mantovani a Culio. El tinerfeño cogió el balón y se apuntó a disparar él el penal que le acabó rechazando el portero Serantes.


Ángel, antes de este yerro ante los leganenses, ya había fallado otro penalti en la Copa del Rey, frente al Llagostera. Lo hizo con 0-0 en el marcador, en una eliminatoria que acabaron ganando los catalanes en La Romareda,a partido único, por 1-2.


Ortuño, ya desvinculado del club en el reciente mercado de enero, marró el otro. Lo hizo asimismo en un momento crucial del duelo de Tarragona ante el Nástic, justo antes de las Navidades. El Zaragoza perdía 1-0 y, en el minuto 45, al borde del descanso, esa pena máxima hubiera significado el empate y, tal vez, el camino hacia un resultado positivo. Su error acabó en las antípodas de eso. El equipo se hundió y acabó perdiendo 3-1, marcador que supuso la destitución del entrenador, Ranko Popovic, y del director deportivo, Ángel Martín González.


Los dos penaltis que restan son los únicos que han acabado en gol en los cinco meses y medio que se llevan de competición. Ambos fueron en el mismo partido, ante el Tenerife en La Romareda. Uno lo marcó Ortuño y el otro, en tiempo añadido, Ángel. El Zaragoza ganó 2-0 gracias a esta buena puntería. Claro ejemplo de la importancia tremenda que tiene poseer buenos lanzadores en un equipo.


El año pasado, Borja Bastón marcó los seis penaltis que lanzó. Y Willian José hizo lo mismo con los tres que pateó él. Un cien por cien de aciertos que encararon, confirmaron o certificaron un buen número de triunfos y puntos. Solo Eldin Hadzic puso la nota discordante con su fallo en Palamós ante el Llagostera (insustancial pues al final ganó el Zaragoza 0-1) en una temporada de buenos lanzadores.


Este año, los números son de los peores de la historia. Hace dos campañas se dió el récord negativo. Se consumó un balance final idéntico al que ahora rige y que, se supone, el equipo zaragocista logrará mejorar y aliviar de aquí a junio, es decir, en los 10 meses de competición, el Zaragoza lanzó cinco penas máximas de las que falló tres: Acevedo erró en Mallorca, Víctor Rodríguez lo hizo en El Molinón de Gijón y Luis García desaprovechó uno decisivo en el minuto 92 en La Romareda ante el propio Mallorca que impidió el triunfo zaragocista. Los únicos aciertos de ese nefasto curso los tuvo el citado Luis García, en casa ante el Alcorcón, y en Los Pajaritos ante el Numancia.


En los últimos dos años de Primera, el Real Zaragoza tuvo a Apoño como pieza infalible desde el punto de los once metros, acertando hasta en ocho ocasiones, secundado de manera esporádica en una por Hélder Postiga.

Ahora, vistos los antecedentes, Lanzarote llama a la puerta de la responsabilidad de acertar en una suerte tan crucial para solventar positivamente muchos partidos: el penalti a favor.

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