Leandro Cabrera ha explicado el sentir del vestuario del Real Zaragoza en la séptima semana de Lluís Carreras al frente del equipo, tras la importante victoria del sábado pasado ante el Leganés (segundo clasificado) y una vez cerrado el mercado invernal de fichajes con seis nuevos refuerzos y tres bajas de la plantilla inicial del curso. "Por fin, creo, estamos entendiendo la idea del entrenador. Ante el Leganés dimos una mejor imagen de la que veníamos dando", ha reconocido con su habitual sinceridad el central uruguayo.

Cabrera subraya que el equipo tiene asumida la enorme dificultad del calendario que aguarda de inmediato al Real Zaragoza: ahora, dos desplazamientos seguidos a Córdoba (tercero en la tabla) y Pamplona (Osasuna es quinto), después la visita a La Romareda del Lugo, y un nuevo viaje al campo del líder, el Alavés. "Ahora viene la parte más difícil. Va a ser muy complicado. Pero también es donde podemos empezar a recortar puntos con los rivales que están arriba. Si sabemos jugar estos partidos, podremos ir recuperando terreno. Ante el Leganés ya empezamos bien", remarca el zaguero charrúa.

Cabrera define la apuesta de Carreras el pasado domingo ante el Leganés como "una jugada muy arriesgada". El técnico catalán hizo debutar de golpe a los cuatro recién llegados (Culio, Lanzarote, Ros y Guitián), además de incluir en el once inicial al lateral Campins, que también se ponía de largo en La Romareda, y de confirmar el cambio en la portería, donde Manu Herrera ha desbancado definitivamente a Bono. Seis novedades simultáneas para el público zaragocista que tuvieron un final feliz. "Sorprendió, pero salió muy bien. Con todo ese grupo de compañeros nuevos, la concentración del equipo fue máxima. Que todo saliera bien conociéndonos bastante poco tuvo mérito", asegura Cabrera.

El defensa sudamericano considera que lo ocurrido con los cambios en la plantilla en el mercado de enero ha sido "una montaña rusa". Cabrera considera que no queda otra opción que asumir la reestructuración del grupo y seguir hacia adelante con optimismo. "El fútbol de ahora es así. Yo ya viví en otros equipos la llegada de hasta nueve fichajes en invierno. Es lo que hay", resume al respecto.

Cabrera dice sentirse "feliz porque el entrenador siga confiando en mí pese a que han llegado tantos compañeros nuevos". El central zurdo entiende que los jugadores veteranos que han podido perder su sitio con esta revolución interna "estén preocupados". Cabrera advierte de que "aquí somos todos buenos compañeros, nos llevamos todos muy bien, pero, al final, lo que queremos todos es jugar, y solo lo hacen once".

El uruguayo está sufriendo más de lo habitual ante la sugerencia de Carreras de salir con el balón controlado desde atrás. "Tampoco nos pide que nos suicidemos en ese sentido. Si se puede jugar la pelota, se hace. Pero suicidios, los justos", apostilla Cabrera. "Si podemos salir bien desde atrás, favorece mucho a la gente de la delantera. la idea es buena, y la intentamos hacer. Pero, insisto, sin suicidarse", explica con enorme expresividad Cabrera.