El Real Zaragoza se enfrenta en las próximas jornadas a un duro tramo de competición que marcará su futuro deportivo en la temporada. El calendario, más para un equipo presionado por la urgencia de una mejora y por la pobreza extrema de sus resultados durante el mes de enero, se complica notablemente en la próxima secuencia de partidos.

Después de desaprovechar el accesible tramo de enero, el Zaragoza de Lluís Carreras deberá levantar el vuelo del equipo contra rivales duros. Primero, contra el Almería, el próximo domingo, el mayor presupuesto de la categoría, fuertemente reforzado en verano, aunque su rendimiento en la primera vuelta ha sido decepcionante.

El cambio de entrenador, con la llegada de Gorosito, y de varios refuerzos, invita a pensar en tiempos de posible remontada. Después, el día seis de febrero, el Zaragoza recibe al Leganés, el equipo más en forma de Segunda y ya cerca de las posiciones de ascenso directo.

Luego, el Zaragoza tendrá dos salidas consecutivas. Las dos muy duras, contra equipos en la batalla del ascenso directo. Viajará a Córdoba el 14 de febrero y a Pamplona, para medirse a Osasuna, el 21 de ese mismo mes. Esta serie la cierra el partido contra el Lugo en La Romareda previsto para una semana después.

El Lugo es otro de los rivales en la pugna por meterse entre los primeros y los números le acreditan como uno de los conjunto para complicados de batir de Segunda División.