Al 2015 del Zaragoza le sobraron 10 minutos

El Real Zaragoza cierra un 2015 marcado por la fase de ascenso, en la que se quedó a las puertas de Primera, y por la revolución de final de año.

Mario se lamenta tras la derrota contra la UD Las Palmas
Mario se lamenta tras la derrota contra la UD Las Palmas
O. Duch

2015 será para el Real Zaragoza y sus aficionados el año al que le sobraron 10 minutos. Los que transcurrieron entre el minuto 83, cuando Las Palmas anotó el gol que le quitaba el ascenso al conjunto aragonés, y el final del partido. Este doloroso final de la eliminatoria ha marcado este 2015, que ha acabado con una gran revolución en la parcela deportiva del club.


Cuando parecía que Popovic iba a ser el primer entrenador desde Manolo Jiménez (en 2012) que comenzaría y acabaría un año en el banquillo zaragocista, la derrota en Tarragona profundizó la crisis que acabó con su salida el pasado 20 de diciembre, así como con la del director deportivo, Ángel Martín González. El puesto de este último lo ocupó el exjugador del Real Zaragoza Narciso Juliá, mientras que el entrenador tardó más en llegar, pero una semana después se conoció el nombre: Lluís Carreras.


El 2015 ha sido un año intenso, aunque alejado de la incertidumbre del año anterior, en el que el Real Zaragoza tuvo tres entrenadores –Paco Herrera, Víctor Muñoz y Popovic-, llegó a pensar en el descenso a Segunda B, casi desaparece en verano y cambió de propiedad con el rescate de la Fundación Zaragoza 2032 en el último momento.


En el ámbito institucional ha sido un curso tranquilo y la nueva directiva ya ha tenido tiempo de comenzar a desarrollar su proyecto y de trabajar en el aspecto económico, uno de los grandes problemas del club. Según los datos presentados en la Junta General de Accionistas, el Real Zaragoza redujo su deuda neta en 16,2 millones de euros (un 19%) al término del ejercicio 2014-15, pasando de 106,8 a 90,3 millones.


Gran remontada, gran decepción


En lo deportivo, el 2015 ha sido un año llego de altibajos, con alegrías y decepciones. Durante la primera mitad del año, Popovic no logró la regularidad necesaria para luchar por el ascenso directo ni para asentar al Real Zaragoza en la zona de promoción, y solo logró entrar en el ‘play off’ en la última jornada, en la que podría haberse quedado fuera si el otro aspirante, la Ponferradina, hubiera ganado su partido. El conjunto aragonés, en teoría el más débil de los cuatro que llegaron a las eliminatorias, se enfrentaba en el primer duelo al Girona, que estuvo a punto de ascender de forma directa, y en el partido de ida la diferencia en el marcador fue clara: 0-3, un resultado que prácticamente garantizaba el pase a los catalanes.



Los jugadores del Real Zaragoza se abrazan tras eliminar al Girona.


Sin embargo, esa semana, tanto Popovic como sus jugadores defendían que la remontada era posible, y algunos lo creyeron. Varias decenas de aficionados incluso viajaron a Gerona, y se llevaron el premio gordo. Contra todo pronóstico, el Real Zaragoza ganó por 1 a 4 y logró el pase a la eliminatoria definitiva, en la que se enfrentaría a la UD Las Palmas, que tuvo que cambiar sus planes porque ya daba por hecho que se enfrentaría al equipo catalán.




Recibimiento al Real Zaragoza tras la victoria en Gerona.


La histórica remontada reforzó la moral zaragocista, que afrontó el duelo contra el equipo canario con fe en el ascenso. Se notó en la llegada de la plantilla a la Estación de Delicias tras el triunfo en Gerona.




Pasillo al Real Zaragoza desde su hotel hasta La Romareda.


Pero sobre todo antes del partido de ida en La Romareda contra Las Palmas, cuando cientos de aficionados hicieron un pasillo humano para guiar al equipo desde su hotel hasta el estadio. Fue el preludio de otra noche épica, en la que el Real Zaragoza comenzó perdiendo y remontó (3-1) con goles de Rico, Pedro y Willian José.




Los jugadores del Real Zaragoza saludan a la afición tras perder en Las Palmas.


La victoria hizo que un buen puñado de aficionados se desplazaran hasta Gran Canaria pese a la distancia y el precio del viaje. La ocasión lo merecía. El Real Zaragoza, sin embargo, no logró defender su ventaja y cuando apenas quedaban unos minutos para el final, en el 83 del partido, recibió el gol que impediría su ascenso a Primera. El golpe fue tan grande que el equipo no logró reaccionar, y el gran premio se quedó en Las Palmas. Pero la afición acabó orgullosa de su equipo y convencida de que en la siguiente temporada se lograría, por fin, el regreso a la élite.



El día de la despedida de Ranko Popovic.


Con el mismo entrenador, sin el límite de fichas profesionales y con más tiempo para confeccionar la plantilla, aunque con parecidas trabas económicas, este verano fue más tranquilo que el anterior y poco a poco se fue reconstruyendo el equipo tras las numerosas –e importantes- bajas. Sin embargo, el comienzo de esta campaña tampoco fue el esperado y las buenas y malas rachas se sucedieron durante los últimos meses, muy marcados por la falta de regularidad del equipo y las lesiones. Popovic superó sus dos primeras crisis pero, muy cuestionado, no resistió la derrota contra el Nástic y el hecho de acabar el año fuera de los puestos de promoción de ascenso.




Presentación del nuevo director deportivo: Narciso Juliá.

Revolución de fin de año


La marcha de Popovic, que se hizo efectiva el 20 de diciembre, no llegó sola, y junto al técnico serbio se fue el director deportivo del club, Ángel Martín González. Su relevo se conoció pocos minutos después de su destitución: Narciso Juliá, exjugador del Real Zaragoza vinculado al club durante dos décadas. En sus manos quedó la búsqueda del nuevo entrenador, que se alargó hasta el día 27 de diciembre, una semana después de la despedida de Popovic.




El nuevo entrenador del Real Zaragoza: Lluís Carreras.


Tras negociar con Fernando Vázquez, intentar la contratación de Gaby Milito -imposible, ya que el reglamento de la RFEF exige a los entrenadores extranjeros sin el título UEFA Pro un mínimo de tres temporadas de experiencia en su país-, y entablar conversaciones con JIM y Caparrós, el club anunció la contratación de un entrenador que no había entrado en las quinielas: Lluís Carreras. El exentrenador del Sabadell y el Mallorca –solo durante tres meses- animó el fin de año zaragocista, pero sobre todo deja un gran reto para 2016: que sea el entrenador que, de una vez por todas, conduzca al Real Zaragoza a Primera División.

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