La presencia de Pape Diamanka y Manu Herrera con el grueso de la plantilla ha sido el dato más relevante del primer entrenamiento que ha dirigido Lluís Carreras tras su llegada al Real Zaragoza. El senegalés viene de cinco semanas de baja por una rotura muscular en un muslo, mientras que el portero ha acumulado tres semanas fuera del grupo tras un golpe en una rodilla.

Ambos jugadores estarán en condiciones de ir convocados este próximo fin de semana para acometer el partido de liga ante el Huesca en La Romareda, lo mismo que Freddy Hinestroza, que ayer ya se ejercitó con normalidad en el primer ensayo posterior a las vacaciones de Navidad.

Por su parte, Sergio Gil ha continuado al margen del equipo y ni siquiera se ha vestido de corto. El joven del filial, habitual con la primera plantilla en los últimos meses, sufrió un fuerte golpe en la espalda en el duelo que disputó con el RZ Aragón el pasado domingo ante el Belchite –de Tercera División- que le afectó al nervio ciático y, por derivación, le generó problemas motrices.

Hoy, en compañía del doctor Martínez, se le ha visto caminar con una visible cojera rumbo al gimnasio. Su concurso para el encuentro del domingo es, por lo tanto, muy dudoso a estas alturas de la semana.

El entrenamiento de esta mañana, como va a suceder cada jornada a partir de ahora, ha transcurrido a puerta cerrada.