Una grieta en el centro del campo

Popovic, que ya ha probado varias alternativas sin Diamanka en el equipo, busca un sustituto fiable al senegalés para lo que queda de 2015. Las lesiones en la medular reducen sus opciones.

Sergio Gil intenta controlar el balón, junto a Ángel e Isaac
Sergio Gil intenta controlar el balón, junto a Ángel e Isaac
Toni Galán

La lesión de Pape Diamanka, que no volverá a jugar hasta el próximo año, supone un duro golpe para un Real Zaragoza muy castigado por las lesiones. No solo porque el senegalés se ha convertido en uno de los jugadores más destacados del equipo -el mejor contra la Ponferradina, hasta que se rompió-, sino porque casi la mitad de los centrocampistas, cuatro de nueve, están de baja. Además, Ranko Popovic todavía no ha encontrado la fórmula para sustituir a Diamanka sin que el equipo se resienta, y eso que ya ha probado casi todas sus opciones.


Con el africano en el campo, el Real Zaragoza no ha perdido ni un solo partido, y sus ocho participaciones se traducen en cinco victorias y tres empates, mientras que los blanquillos solo han sido capaces de ganar un encuentro de los cinco que no ha jugado Diamanka. El fin de la mala racha del comienzo de la temporada y el comienzo de la buena coincidieron con la salida de Aria y la entrada del senegalés en el equipo, y justo los dos partidos que no ha podido jugar -Valladolid y Alcorcón- por sus molestias los perdió el conjunto aragonés.


Con esta última lesión, Popovic pierde a una línea completa, que perfectamente podría ser la titular: Wilk, Diamanka, Hinestroza y Jaime. Con solo cinco centrocampistas del primer equipo, las alternativas son limitadas y suponen un cambio en el juego del equipo, ya que ninguno de los jugadores disponibles ofrece las prestaciones del senegalés. Popovic las ha probado casi todas, y hasta ahora ninguna le ha acabado de convencer.


Ahora, con Diamanka de baja durante al menos tres partidos -Bilbao Athletic, Numancia y Nástic-, el entrenador necesita solución de garantías para el partido en San Mamés del próximo lunes (20.30). Sin ningún jugador de similares características, lo primero que deberá hacer Popovic es elegir entre buscar un sustituto para preservar el esquema o cambiar el dibujo que le ha funcionado, eso sí, cuando ha jugado el africano. En caso de mantenerlo, las opciones son variadas, aunque ninguna convence por partes iguales a técnico y afición.


Mientras buena parte de la grada prefiere a Sergio Gil, el técnico no acaba de ver clara la presencia del canterano en el once, sobre todo por su condición física: “Hay que cuidarlo físicamente, porque a mí me interesa que pueda entrar de forma asidua en el equipo. A veces hay jugadores que debutan y luego no tienen continuidad; hay muchos casos como estos. A mí eso no me interesa, le estoy preparando para que sea un jugador útil para muchos años”, aseguraba el entrenador hace unas semanas. Aunque sí eligió al jugador de Garrapinillos para sustituir a Diamanka tras su lesión el pasado domingo, en el resto de ocasiones siempre ha optado por Aria o, en su defecto, por colocar como mediapunta a otro jugador, casi siempre Pedro. En este caso, el jugador que podría entrar en el once sería Abraham, que lo haría por la banda izquierda para que el alicantino se fuera al centro.

Las variantes de Popovic


La primera, y su idea inicial, era la de Aria como mediapunta titular. Así jugó durante cuatro de las primeras cinco jornadas, pero los malos resultados le obligaron a cambiar y dar una oportunidad a Erik Morán y Diamanka, compañeros en el Leganés la pasada campaña. La entrada de estos dos jugadores también llegó de la mano de un cambio en el sistema, con tres jugadores en la medular, dos extremos y un solo punta. Con este sistema y Diamanka como pieza clave ascendió el Real Zaragoza hasta la segunda posición, pero su ausencia durante dos jornadas devolvió al conjunto aragonés a la senda de las dudas y los malos resultados.


Contra el Valladolid, Popovic optó por colocar a Pedro como tercer centrocampista, por delante de Dorca y Erik Morán. Pero el alicantino, más fino con el balón en los pies, no ofrece el despliegue físico de Diamanka, más necesario que nunca cuando también falta el otro jugador que corre y pelea, Wilk. No salió bien la apuesta y el Real Zaragoza acabó perdiendo (0-2) un partido raro marcado por el gol en propia puerta de Cabrera y la actuación del colegiado, que señaló un penalti inexistente a favor de los pucelanos que acabó decidiendo el partido.


Una semana después, en el campo del Alcorcón, el técnico serbio apostó por Aria Hasegawa, desaparecido desde el tramo inicial de la temporada y todavía inadaptado al fútbol de Segunda. En un partido físico por parte de los madrileños, el japonés fue devorado. Popovic lo sustituyó por Ángel en el descanso y el Real Zaragoza se ordenó en un 4-4-2, que ya fue más difícil de definir cuando salieron Sergio Gil y Jorge Díaz para intentar el empate a la desesperada.


Tras dos semanas de ausencia por estas molestias, Diamanka decidió jugar contra la Ponferradina, y su actuación fue clave en el buen juego del equipo durante la primera parte y en el marcador, que ya era de 2-0 en el descanso. En la segunda parte, tras su lesión en el minuto 2, la decisión de Popovic no fue la misma que contra el Valladolid o el Alcorcón, sino que optó por Sergio Gil. Sin el senegalés en el campo, el Real Zaragoza bajó el nivel y pasó de dominar y no pasar ningún apuro a sufrir ante una Ponferradina que en la segunda mitad sumó más ocasiones, y más claras, que los de Popovic. El técnico, que ya puede valorar la aportación de todos los posibles sustitutos, tiene menos de una semana para decidir su apuesta.

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