“No. En el club no me han dicho nada. Todo ha sido igual que hasta ahora”. Así describe Ranko Popovic el transcurso de la semana en lo que hace referencia a su incómoda situación tras las dos derrotas consecutivas cosechadas por el Real Zaragoza ante el Valladolid y el Alcorcón, que han reabierto las dudas sobre la continuidad del técnico serbio al frente del equipo aragonés y que han derivado en que el duelo de este domingo en La Romareda, ante la Ponferradina, se considere como un ultimátum para su continuidad en el cargo.

Popovic ha comparecido ante la prensa tras el entrenamiento a puerta cerrada de hoy viernes con un aire de normalidad. “No estoy pensando en esas cosas”, ha subrayado cuando se le ha preguntado sobre si considera reversible o irreversible la aparente pérdida de confianza en su papel que se vive en el entorno del equipo. “Esta situación, como siempre, se arregla sumando puntos”, ha apostillado.

El preparador balcánico ha dicho que confía plenamente en sus futbolistas en una situación tan delicada. “No puedo quejarme del equipo hasta la última semana. Eso no se puede olvidar. Solo en el último partido no estuvimos a la altura necesaria en cuanto a actitud, por diferentes circunstancias”, indica. Popovic, eso si, remarca que “no se puede repetir lo del otro día en Alcorcón; y si se repite, malo”, ha apostillado al respecto.

El entrenador blanquillo ha pedido a la afición su apoyo al equipo un día más. “Lo espero y lo deseo. El apoyo durante el partido es algo fundamental. Y después, siempre habrá tiempo de silbar y protestar si las cosas no salen bien. Pero es importante siempre animar a los jugadores”, ha remarcado.