El equipo se gana la continuidad

Ayer, en el primer entrenamiento de la semana que desemboca en el duelo de Son Moix, el entrenador zaragocista ya dedicó media sesión de trabajo a cuestiones tácticas. Y, en ese partidillo, donde la posesión y la rapidez de movimientos del balón eran las tareas principales, los petos blancos de titulares recayeron en los mismos once jugadores que iniciaron el último choque ante el Elche en La Romareda. Una cristalina declaración de intenciones en la semana que más tranquila arranca desde que la liga nació a mitad de agosto.

Si alguna duda puede estar abierta, Popovic invita a disiparlas esta vez de inmediato. Es legítimo barajar un posible relevo en el lateral derecho, donde el presumible titular, Marc Bertrán, ya ha superado su lesión muscular y llama a la puerta. Pero Isaac está ofreciendo unas prestaciones de frescura y osadía que, por ahora, le están haciendo bien al grupo.

Asimismo, la novedosa y singular alineación de ariete Ángel Rodríguez como extremo-interior por la banda derecha ante el Elche puede no ser algo pasajero. Es cierto que Pedro asoma con fuerza tras mes y medio de baja y puja de lleno a regresar a la titularidad en breves fechas. Y, por supuesto, Jorge Díaz es un permanente revulsivo en esa plaza. Pero Ángel no lo hizo mal ante los ilicitanos. Estuvo activo en ataque, a pesar de notar en un principio cierta desubicación, y ayudó bien en defensa. Dentro de ese sobreesfuerzo al que el canario está desacostumbrado, también halló tres remates a gol, que no pudo convertir (uno, el mejor, lo evitó Jiménez con un paradón). Ahora, en la previa de Mallorca, se valora que fuera de casa, en un campo grande como el balear, su velocidad y verticalidad puede ser un arma de alto valor en los planes tácticos del Zaragoza.

Por primera vez desde el verano, la semana nace sin pruebas médicas, sin nuevas lesiones. Todo está en orden. Se pone así un punto y aparte a dos meses y medio demasiado movidos en los avatares del equipo. De semana en semana, Popovic siempre ha tenido que lidiar por obligación con cuestiones mayores que han afectado a sus planes deportivos.

El goteo de bajas no ha cesado jamás en este tiempo. Bien por lesiones graves (Jaime, Wilk, Rubén), bien por ausencias imperiosas a causa de las selecciones nacionales (Vallejo y Bono), bien por molestias físicas puntuales (Pedro, Jorge Díaz, Aria Hasegawa) e, incluso, por motivos técnicos en momentos de apuro (Dorca, el citado Hasegawa), el serbio siempre ha debido mover la alineación en una, dos y hasta tres piezas de día en día.

Esta semana, el vestuario fluye por una senda balsámica. Una victoria en Mallorca rubricaría la percepción.