Alerta por la rodilla de Wilk

Cezary Wilk tiene en el aire al vestuario zaragocista desde que se fue cojeando del campo de Montilivi apenas 12 minutos después de haber sustituido a Diamanka. El centrocampista polaco sufrió anteanoche un latigazo en la rodilla derecha en el minuto 72 del partido de Gerona y, pese a que intentó seguir jugando, solicitó el cambio de inmediato tirado en el suelo y envuelto en dolor.

Hoy, el túnel de resonancias del Hospital Quirón va a desvelar el verdadero alcance de una dolencia que da miedo a priori porque, algunos de los síntomas que presenta el futbolista, advierten de una posible lesión importante. Como es natural en estos casos, los médicos sugieren cautela y prudencia. Hasta que las pruebas radiológicas no permitan establecer un diagnóstico definitivo, de nada sirve especular. No obstante, la exploración primera -manual, visual- del cajón de la articulación de Wilk denuncia cierta inestabilidad.

Por eso, el mismo sábado en los vestuarios de Montilivi, Ranko Popovic ya mostraba sus recelos ante la posibilidad de poder perder a un segundo hombre importante para el resto de la temporada a causa de una lesión grave, después de que hace 20 días cayese Jaime. "Deseo que no sea nada grave. Espero que, como mucho, sea un esguince de rodilla o alguna cosa sin mucha importancia", suplicaba el técnico serbio en voz alta en la sala de prensa, cruzando los dedos bajo la mesa.

"Wilk es de esos jugadores que no se va del campo por irse. Seguro que tiene algo. Esto me preocupa", se sinceró Popovic minutos después de la conclusión del duelo en el campo gerundense.

La acción del penalti protestado

?

Cezary Wilk quedó lesionado justamente en la acción más polémica del partido. La que tuvo lugar en el minuto 73 en la que el ariete local, Mata, cayó sobre la línea del área en una penetración entre Vallejo y el propio Wilk en la que todo Gerona pidió penalti. El árbitro, el canario Trujillo Suárez, no lo vio así pese a las apariencias. Las imágenes de televisión demostraron de inmediato que Mata es quien golpea por detrás, mitad el pie de Wilk, mitad el césped de Montilivi.

Así que, mientras en el ámbito gerundense esa acción va a quedar como la de un posible perjuicio arbitral para ellos, la realidad indiscutible es que para el Real Zaragoza puede significar otra lesión importante de una pieza clave en la plantilla de esta temporada. Anoche, la incertidumbre seguía viva en el seno zaragocista. Había enormes ganas de que llegase el día de hoy y, así, el momento en el que se pueda saber en qué consiste la lesión en la rodilla diestra de Wilk. Eso sí, con el temor metido en el cuerpo de todos los responsables por el difícil panorama que podría plantearse si la resonancia desemboca por el peor de los caminos posibles.