Vuelta al escenario del milagro

El Real Zaragoza volverá este sábado (20.15) al estadio donde obró una de las mayores gestas que se recuerdan en el fútbol moderno. En Montilivi, fue capaz de remontar el contundente 0-3 en contra que le había endosado el Girona tres días antes, para acceder a la eliminatoria definitiva hacia Primera, la que no se superó por cinco minutos en Las Palmas.

Cuatro meses han pasado de aquel encuentro en el que Popovic y sus futbolistas creyeron en sus posibilidades y consiguieron trasladar al terreno de juego las afirmaciones más románticas. Todavía resuenan en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva blanquilla las palabras del preparador serbio haciendo alusión a la épica remontada que el Liverpool completó en solo 45 minutos y ante el todopoderoso Milan. "Vamos a hacer honor a eso de que 'Zaragoza nunca se rinde' y vamos a viajar también con el espíritu del Liverpool en la final de la Champions League 2004-2005", sentenció.

Willian José por partida doble, Cabrera y Fernández fueron los ejecutores de un Girona desconocido e intimidado, que se descompuso con la llegada del primer tanto, y solo apretó en la recta final, tras el gol de Aday cuando restaban 15 minutos. Los zaragocistas supieron sufrir para mantener el 1-4 y regresar a casa como auténticos héroes. La estación de Delicias se llenó con más de 2.000 seguidores. 

Desde las 22.30, comenzaron a concentrarse al grito de "Sí se puede" y "Volveremos a Primera otra vez" y al filo de la medianoche se dio el éxtasis con la llegada de los protagonistas, que alucinaron con lo que contemplaban sus ojos. "Es increíble, esta afición se lo merece todo. Hay que estar aquí dentro para verlo. Es una afición de Primera", exclamó Mario Abrante, uno de los más aclamados. También lo fueron el capitán Vallejo y Popovic, que se acababa de ganar buena parte del crédito para mantenerse al frente del equipo la siguiente temporada. Esa en la que este sábado regresan a Montilivi como terceros clasificados y a cuatro puntos del liderato. Esa en la que esperan ganarse el derecho de jugar en Primera sin necesidad de encomendarse a más milagros.