Tras la sesión matinal propuesta este miércoles por Ranko Popovic en la Ciudad Deportiva, Erik Morán ha comparecido ante los medios para valorar la mejoría del equipo ante el Lugo, considerando que se hizo "un buen partido" y que "lo único que faltó" fue meter las dos ocasiones claras de las que dispusieron. Así, espera que las victorias futuras vengan acompañadas de "tranquilidad".

"El equipo está con ganas y lo que quiere es ganar ya", ha añadido, entendiento que es "fundamental" cambiar la dinámica.

A nivel personal, ha señalado que, en líneas generales, se encontró "bastante bien" aunque en la segunda parte acusó el cansancio propio de los pocos minutos que acumula a lo largo de la temporada.

En ese sentido, ha apuntado que, tanto él como Diamanka, mejoraron con el sistema 4-1-4-1: "Es muy similar a cómo jugábamos el año pasado con el Leganés y él es un futbolista que conduce mucho el balón y busca los espacios libres y le va bien jugar así. A mí, me va bien actuar como único pivote, aunque en el futuro habrá que acoplarse a lo que diga el entrenador".

Ya pensando en el Alavés, próximo rival, ha señalado que "son muy buen equipo" y están logrando "transformar sus ocasiones de gol". Por ello, espera que se encierren para salir a la contra con peligro y "hacer daño".

Precisamente en el equipo vasco juega un viejo conocido suyo, Gaizka Toquero, con quien coincidió en las filas del Athletic de Bilbao. "Está a gusto allí. Se siente importante y está haciendo goles que para él es importante", ha dicho sobre él.

Por último, ha destacado que el secreto para vencerles estará en lograr la "combinación" entre una defensa rocosa y más efectividad de cara a la portería contraria: "Si no metes gol, está claro que no ganas el partido, pero estamos trabajando en ello y al final acabará entrando".