La directiva del Mirandés, primer rival liguero del Real Zaragoza dentro de 14 días, asume cada minuto que pasa que no va a poder estrenar la nueva competición como local en su terreno de juego de Anduva. Las obras de reconstrucción de toda la Grada de General, que arrancaron hace 50 días -nada más concluir la temporada pasada-, es muy probable que no puedan estar entregadas en tiempo y forma antes del próximo día 23, fecha en la que comienza la liga con un Mirandés-Real Zaragoza que, por lo tanto, tendría que jugarse en otra ubicación, probablemente Vitoria.

"Lo tenemos claro. No vamos a estar con la incertidumbre hasta el último momento. No podemos arriesgarnos a que Anduva no esté apto el próximo día 23 y valoramos seriamente jugar el primer partido de liga contra el Real Zaragoza en otro campo", declaró a HERALDO Ricardo Cantera, dirigente y portavoz del club burgalés.

"Los responsables de la empresa constructora nos dicen que es posible que las obras puedan estar concluidas antes del primer partido contra el Zaragoza, pero luego están los trámites de entrega de la obra, las licencias de los arquitectos, las cuestiones formales de la documentación que hace falta en este tipo de trabajos... Y esto sí que parece muy probable que pueda retrasarse más allá de la fecha del partido. Así que no podemos correr riesgos", apostilló Cantera.

El ejecutivo mirandés subrayó que la decisión sobre el estadio donde estrene el Real Zaragoza dentro de dos semanas el nuevo curso 2015-16 se va a conocer en breve tiempo. "Vamos a apurar hasta el martes (por mañana) para calcular bien todos estos aspectos de la obra. Y, según veamos las cosas, decidiremos definitivamente dónde vamos a jugar. Es cuestión de unas horas la toma de la postura final. Y, después, tendremos 10 o 12 días para organizar el partido con calma", indicó Ricardo Cantera.

El Mirandés ya ha hablado en firme con el Alavés para que el club vitoriano le ceda el uso del estadio de Mendizorroza en el caso de que mañana se descarte Anduva de manera irreversible. "Lo primero que estamos intentando es jugar en Vitoria. Por cercanía, es lo natural y creemos que no va a haber problemas. Entre clubes amigos, que estamos a 20 kilómetros de distancia, no esperamos ninguna dificultad", reconoció el portavoz rojinegro.

En el caso de que el Alavés -que estrena el torneo como visitante en Huesca- pusiera alguna pega, Logroño y el campo de Las Gaunas es la segunda opción barajada por el Mirandés para ubicar el partido ante el Real Zaragoza. "Si no pudiera ser Mendizorroza, intentaríamos ir a Logroño. Pero imaginamos que podrá ser Vitoria", añadió Cantera.

El Zaragoza, sabedor y atento

Por su parte, el Real Zaragoza admite ser sabedor de lo que está aconteciendo en Miranda de Ebro con los problemas de la finalización de las obras de Anduva. "El Mirandés se ha puesto en contacto con nosotros para transmitirnos la posibilidad real de que no juguemos en su campo. Y nuestra postura es la normal en estos casos: jugaremos donde resuelva el Mirandés, con el visto bueno de la LFP y la Federación. Nos han dicho que en breves horas nos dirán el estadio donde disputaremos el primer partido de liga", señalaron fuentes del club aragonés.

Desde el Real Zaragoza, asimismo, quisieron dejar claro que "en ningún momento, desde el Mirandés se nos ha planteado el cambio de orden de campo en el calendario y empezar la liga en La Romareda", tal y como en el ámbito fútbolístico de Miranda se manejaba.

"Esa maniobra no es viable", se apuntó desde el club zaragocista, tanto por el interés deportivo del propio club blanquillo, como por el consentimiento que debería dar la LFP, de dudosa aceptación. Al respecto, desde la ciudad burgalesa se reconocía que el Mirandés perdió la oportunidad, antes del sorteo de la liga en julio, de solicitar el matiz condicional de comenzar la liga a domicilio y ganar una semana para sus obras. Ahora, la solución solo pasa por jugar en otra ciudad como locales.