Los retos del Real Zaragoza

El club afronta el nuevo año con el objetivo de lograr un convenio con Hacienda y del regreso a Primera División, entre otros.

Popovic y Christian Lapetra se dirigen a La Romareda
Los retos del Real Zaragoza
J. M. Marco

El Real Zaragoza comienza el 2015 con ilusiones renovadas tras un 2014 extraño en el que no logró el ascenso, estuvo a punto de desaparecer y cambió de propietarios tanto como de entrenadores (Paco Herrera, Víctor Muñoz y Popovic). En los despachos comenzó el año Pitarch, con Agapito Iglesias como dueño. El soriano vendió el club al grupo de aragoneses, que a su vez habían llegado a un acuerdo con unos inversores mexicanos, pero tuvo que recuperar sus acciones, que acabaron en manos de la Fundación Zaragoza 2032. Con la nueva propiedad volvieron la solvencia, la seriedad y la ilusión, pero quedan problemas por resolver heredados de los años negros de Agapito Iglesias. Esos son los principales retos del club para el año que acaba de comenzar, comenzando por los económicos y siguiendo por los deportivos para acabar con los judiciales e institucionales.


El mayor reto al que se enfrenta el Real Zaragoza es lograr el acuerdo con Hacienda que garantice la supervivencia de la entidad. La cantidad adeudada y sus constantes incumplimientos de los pagos a la Agencia Tributaria durante el pasado están complicando la firma del convenio del que ahora mismo depende que el Real Zaragoza pueda ser o no ser. "La viabilidad del club depende casi exclusivamente de este convenio", aseguraba hace unos días el secretario del Real Zaragoza, Antonio García: "Es cierto que el club había incumplido grave y reiteradamente los pagos, pero la actual propiedad ha demostrado su capacidad".


El presidente, Christian Lapetra, reconocía que el punto que ha encallado la negociación es el pago inicial que Hacienda exige a la entidad, y que en las circunstancias actuales, y después de haber pagado unos 8 millones de euros desde que la Fundación entrara al club, resulta inasumible. "Hacienda nos pide que paguemos un 20% de la deuda, sobre esos 30 millones de euros. Más de seis millones de euros no son asumibles para el club en estas circunstancias. No genera los ingresos suficientes para hacer frente a estos pagos y por su situación financiera no puede hacerlo. Estamos trabajando en eso, en que el pago inicial que nos permita la firma del convenio no sea tan elevado y que además los pagos a cuenta y el resto de prendas sean sostenibles y que no ahoguen financieramente al club", aseguraba.

El ascenso, ¿posible?


En el aspecto deportivo, el principal reto para el 2015 es lograr el ascenso a Primera, que no fue posible en 2014. Por historia y afición, el regreso a la élite es el único objetivo que puede plantearse el Real Zaragoza. Pero tras lo ocurrido el pasado verano, cuando el club casi desaparece y tuvo que configurar la plantilla con importantes restricciones económicas, cuantitativas -solo permitieron al equipo tener 18 fichas profesionales- y temporales, hay que replantear el escenario. ¿Sigue siendo el ascenso una obligación para este Real Zaragoza? Esta misma semana, en una entrevista con HERALDO, el director deportivo del club, Ángel Martín González, aseguraba que "el único objetivo de un club como el Real Zaragoza no puede ser otro que el ascenso a Primera División". Los jugadores también han admitido en más de una ocasión que sueñan con el ascenso y que la Primera es el hábitat natural de este equipo, pero regresar a la máxima categoría no es tan fácil en una Segunda tan competida.


Pese a todos sus problemas económicos y el cambio de entrenador, el Real Zaragoza sigue al borde de los puestos de promoción y, con más de la mitad de la liga por delante, todo es posible. Sin embargo, hay equipos muy fuertes, desde los que descendieron este año, como el Valladolid o el Betis, hasta los que estuvieron cerca de ascender la pasada campaña, como la UD Las Palmas o el Sporting de Gijón. Los blanquillos siguen en la lucha, y ya han demostrado que cuando la defensa no se quiebra son un rival a tener en cuenta, ya que tienen uno de los ataques con más pegada de la categoría. En esta Segunda tan larga, habrá que esperar hasta el mes de mayo para elaborar la lista de candidatos reales al ascenso.


Otro reto -a medio plazo- que afronta Christian Lapetra y la directiva del Real Zaragoza es lograr una plantilla estable y formada por jugadores en propiedad, ya que las urgencias deportivas y económicas de los últimos años derivaron en equipos confeccionados a base de jugadores cedidos o que apenas estaban una temporada en el club, lo que obligaba a la dirección deportiva a comenzar de cero cada verano (y muchos inviernos).


Y entre los objetivos deportivos también está, como siempre, la apuesta por la cantera, uno de los propósitos de la Fundación Zaragoza 2032. Este es un trabajo a largo plazo, pero comienza por hacer bien las cosas en el día a día. Y más, ahora, cuando los problemas económicos también han obligado a mirar hacia casa y han supuesto una oportunidad para algunas de las jóvenes promesas del Real Zaragoza. Jugadores como Óscar Whalley o Jesús Vallejo están teniendo un protagonismo impensable en otras etapas del club. De hecho, el joven central acaba de firmar su renovación hasta 2019 con la entidad blanquilla. Otros, como Tierno o David Muñoz, también han tenido minutos. En este sentido, es importante que el filial se mantenga en Segunda B para poder seguir formando a los canteranos y que el salto al primer equipo no de tanto vértigo.

Una herencia maldita


Este 2015, al Real Zaragoza también le tocará estar pendiente de la justicia. El principal proceso en el que está inmerso el club es la querella por el supuesto amaño del Levante-Real Zaragoza del año 2011, que podría afectar a la entidad además de a los directivos y jugadores que en aquel momento pudieron estar implicados. "Podría llevar algún tipo de sanción económica, esperemos que ninguna administrativa. De todas formas, hay que destacar que estamos colaborando con la Justicia y eso es un atenuante", indicó el secretario del club, Antonio García, en la última Junta General de Accionistas.


Otro de los frentes abiertos para la directiva es continuar con el acercamiento con la afición, muy distanciada del club tras la etapa de Agapito Iglesias. Solo con el cambio de propiedad y la llegada de un equipo gestor profesional y solvente ya se dio un paso importante, y la unión del zaragocismo es uno de las prioridades de Christian Lapetra y la Fundación Zaragoza 2032, pero se trata de una carrera de fondo en la que siempre hay que seguir trabajando.