Popovic: "Queremos dar la impresión de progreso"

Ranko Popovic, tras una intensa semana en aspectos tácticos, confía en consolidar con un triunfo convincente ante el Girona las líneas maestras de su método futbolístico.

Ranko Popovic da unas indicaciones en una sesión preparatoria
Popovic: "Queremos dar la impresión de progreso"
Guillermo Mestre

Los últimos dos entrenamientos de Ranko Popovic con la plantilla del Real Zaragoza han sido equivalentes a tres semanas de pretemporada comprimidas en dos sesiones de 90 minutos.


El nuevo entrenador, en primera persona y con el tono de voz más elevado que nunca hasta ahora, no ha cesado de insistir, repitiendo hasta la saciedad, infinidad de mensajes, de jugadas de juego real, de consignas personalizadas en buena parte de los casos, de denuncia de cada gesto y decisión errónea y, por supuesto, de loas y aceptación cuando los futbolistas cumplían con su mandato.


Ayer, en la previa de su tercer partido al frente, el de mañana ante el puntero Girona, Popovic explicó los pormenores de una semana tan diferente, tan sugerente para su receptiva plantilla.


"Espero ver una mejoría en el juego del equipo después de tres semanas de trabajo. De momento, recupero algunos hombres (Dorca, Cabrera) que me van a permitir hacer cosas necesarias para el equipo", indicó el serbio como deseo inicial en este nuevo capítulo de aclimatación mutua entre el entrenador y los jugadores tras relevar a Víctor Muñoz el pasado 24 de noviembre.


Popovic ha sido una ametralladora con sus pupilos en los últimos días. La plantilla, como una esponja, ha ido admitiendo de buen grado las decenas de sugerencias de su nuevo mariscal de campo y, en la puesta en escena en casa ante el Girona, llega la hora de demostrar el grado de imprimación que ha tenido su batería de mensajes. "Este domingo queremos dar la sensación de progreso. Es importante dejar a la gente la imagen de que vamos dando un paso adelante cada día. Si lo conseguimos, estaremos en el buen camino", se marcó como reto ante este vital choque.


El preparador balcánico sabe que su papel renovador, su intento de cambiar el método de juego de manera radical, tiene sus riesgos en estas primeras fechas.


"No tengo mucho tiempo y, sin embargo, tengo muchas cosas que enseñarle a la plantilla. Cuando esto sucede, es normal que no se hagan todas bien de inicio. Si das muchas cosas a la vez, los jugadores no pueden acabar todo bien, como yo quiero", admite.


"Cada jugador es distinto. Uno recibe los mensajes de una manera, otro de otra. Hay gente que se puede confundir, que se puede acabar preocupando. Por eso voy paso a paso, con lo justo y necesario para que todos puedan ir ofreciendo lo que necesitamos, que básicamente es puntuar cada partido", apostilla respecto de la intensidad con la que se le ha visto actuar esta semana que concluye con el enfrentamiento ante los gerundenses.


Las líneas principales del libreto de Popovic son las combinaciones rápidas y certeras, profundas y siempre en ventaja para el compañero; el pase corto; los apoyos constantes; la apertura de líneas de combinación; los toques rápidos sin conducción; los desahogos y cambios de juego cuando los adversarios acorralan al portador del balón; la búsqueda de espacios en diagonal hacia el área rival; y, en el sentido defensivo, la presión constante de los diez jugadores de campo para robar la pelota cuando la tiene el adversario.


Este es el catálogo de obligaciones irrenunciables que han de cumplir los futbolistas del Zaragoza para acabar jugando como Popovic quiere.


"En estos días he levantado más la voz de lo habitual porque es necesaria una pequeña bronca para darnos cuenta de lo que no hemos hecho bien. Pero creo que lo que más he repetido ha sido la palabra ‘bravo’, porque los chicos han acabado entendiendo todo como debe ser", asegura orgulloso de su grupo.


"Sé que estamos cambiando mucho el juego del equipo. Pero no porque yo quiera, sino porque creo que debemos cambiarlo para obtener los objetivos", subraya para poner en contexto su manera de actuar.

Solo pendiente de su plantilla


Ranko Popovic aseguró ayer que no se dispersa observando las hechuras del Girona, ni sus individudalidades, ni su trayectoria. El serbio, desde hace 21 días, solo vive para cambiarle la cara a su propio plantel.


"Del Girona no me preocupa nada. Y no es por prepotencia. El rival, si está arriba, no es por casualidad. Pero es que en estos momentos solo me preocupa mi equipo", afirma con rotundidad.


Al eslavo no le parece que este duelo se asemeje, por las condiciones del rival, al de su estreno contra la Ponferradina, otro modesto -como el Girona- metido en la zona alta de la clasificación.


"No, porque he visto a todos los equipos y me parecen muy parecidos. Todos en un nivel similar, estén arriba o abajo. Por eso creo que lo más importante es cómo esté el Real Zaragoza", abundó.


En este sentido, la tarea prioritaria mañana va a ser evitar que los catalanes vean puerta con la facilidad de los anteriores rivales.


"Uno de los principales objetivos es guardar nuestra portería, no encajar dos goles o más de nuevo. No es problema de la línea defensiva. Estoy insistiendo en que la defensa es cosa de todos. Hay que defender desde arriba del todo. En esto quiero que se note la mejoría ya mismo", remarcó Popovic.