Hacienda aprieta al Zaragoza

Le exige el pago en un solo acto de 18,5 millones de euros por deudas históricas de IRPF.

Nadie contaba con este complejo escenario, con este importante escollo, que en verdad tiene situada a la sociedad anónima deportiva contra las cuerdas, casi como sucedió el pasado verano, cuando estuvo a un solo paso de sufrir un descenso administrativo y de introducirse, por tanto, en un proceso que le abocaba directamente a la liquidación y a una inmediata desaparición.


De alguna manera, se daba por sentado que la entrada en el accionariado del Real Zaragoza de la Fundación Zaragoza 2032 tendería puentes con la Hacienda Pública por sí misma, para negociar los mecanismos de pago de los 27 millones que -en términos redondos- debe la sociedad anónima deportiva aragonesa al erario público. Sin embargo, este supuesto se ha demostrado equivocado.


La Agencia Tributaria sólo está dispuesta a negociar sobre 9 millones de euros, aquellos que no hacen referencia a débitos del club por retenciones del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF). En relación a la deuda de 18,5 millones por IRPF, la directora general de recaudación del Ministerio de Hacienda se muestra inflexible, según señalan fuentes del Real Zaragoza.


El pasado 5 de septiembre venció el plazo para abonar los referidos 18,5 millones de la discordia, sin que la Fundación Zaragoza 2032 pudiera hacer frente a semejante obligación en un solo acto, dado su elevado importe. Fernando Sainz de Varanda, vicepresidente del Real Zaragoza, y Fernando Rodrigo, consejero del club, quienes están llevando a cabo las conversaciones con Hacienda, están trasladando a la Agencia Tributaria la voluntad del club de hacer frente a dicho montante, pero mediante un sistema de pagos que le permita al club asumir sus obligaciones fiscales.


Otras entidades del fútbol profesional español han logrado acuerdos de esta naturaleza, y en este sentido el Real Zaragoza entiende que sufre un agravio comparativo. Bajo su punto de vista, no pide nada extraordinario, sino el mismo trato que han recibido otras sociedades. Fuentes del club indicaron a este respecto que los actuales dirigentes están dispuestos a firmar el convenio menos favorable de cuantos se dan en este momento.


Recientemente, Osasuna fue capaz de llegar a un acuerdo con la Hacienda Foral, con la que ha pactado pagos a muy largo plazo, de acuerdo con las informaciones que se han publicado a este respecto, aunque Osasuna, que en estos momentos está dirigido por una junta gestora, no ha querido hacer oficial ningún dato al respecto.


Al parecer, la Real Sociedad también alcanzó un acuerdo a muy largo plazo con la hacienda vasca. Algunas fuentes fijan en nada menos que en noventa años el tiempo dado al club de San Sebastián para hacer frente a sus obligaciones fiscales.


Dentro del régimen general, han firmado convenios con Hacienda variados clubes que han atravesado por procesos concursales. El Deportivo de la Coruña, el Real Betis Balompié, el Real Valladolid o el Málaga han alcanzado puntos de entendimiento con el erario público. Esta relación no agota la casuística. Los responsables de la Fundación Zaragoza 2032 también quieren para el club aragonés una solución de este orden.


A su juicio, además, no existe otra salida posible. O se firma en un plazo razonable un convenio singular con la Hacienda Pública o la sociedad anónima deportiva aragonesa caerá presa de las exigencias de la Agencia Tributaria.


Encima de la mesa no hay otra fórmula. De hecho, el proceso administrativo para los casos de impago de una deuda tributaria ha empezado a correr para el Real Zaragoza. Si no se detiene, el siguiente episodio es claro: el club recibirá la correspondiente carta de pago de los 18,5 millones en vía de apremio.


La dirección general de tributos sostiene que con el Real Zaragoza no cabe firmar un convenio singular que facilite de alguna manera el establecimiento de unos plazos razonables o, al menos, menos asfixiantes. Bajo su punto de vista, impide tal tipo de acuerdo el artículo 164.4 de la Ley General Tributaria, que señala que únicamente se pueden firmar convenios con las sociedades que se encuentran en situación concursal.


Aquí, precisamente, se centra el debate (en términos tecnico-jurídicos) entre los abogados del Real Zaragoza y los altos funcionarios del Ministerio de Hacienda. Los letrados del club aragonés argumentan que la entidad deportiva sí que se encuentran en concurso, en la fase de cumplimiento de convenio. Por el contrario, Hacienda interpreta que el Real Zaragoza ha salido de concurso, una vez que alcanzó un acuerdo con los acreedores y firmó un convenio.


Este criterio lo ha mantenido la Agencia Tributaria en todo momento. Con aquellos clubes que ha firmado convenios siempre se ha dado dicha circunstancia: estaban bajo administración concursal y todavía no habían sellado un convenio de acreedores.


Los responsables de la Fundación Zaragoza 2032 entienden que la figura del convenio singular es la mejor salida a esta cuestión para las dos partes: para el Real Zaragoza (como deudor) y para la Hacienda Pública (que de esta manera podrá cobrar). Estos instrumentos son mecanismos flexibles, que contemplan horizontes temporales más o menos amplios y prevén, asimismo, que los pagos se vayan acomodando a las situaciones de coyuntura económica por las que atraviesan las sociedades. No interesa tanto un aplazamiento, al que Hacienda también pone impedimentos.