Toño, el portero preferido por Víctor Muñoz y por el que el Real Zaragoza ha estado esperando 20 días hasta que ha logrado desvincularse del Elche, dejó atónitos ayer a los dirigentes zaragocistas cuando admitió estar negociando con el Rayo Vallecano, equipo de Primera División, para incorporarse de inmediato al club franjirrojo. Al cierre de esta edición, el pesimismo reinaba entre los ejecutivos blanquillos ante la inesperada actitud de Toño, que pasó de anunciar por la mañana su llegada a Zaragoza a lo largo de la tarde, a advertir que, probablemente, su futuro no está en la Romareda y sí en Vallecas. De este modo, salvo un giro radical de los acontecimientos, el contrato que aguarda encima de la mesa de la sede zaragocista para que Toño lo firme y sea presentado como nuevo guardameta, acabará roto en pedazos y obligará a Martín González a buscar alternativa. Casto, el portero del Murcia por el que primero se pujó, sigue a mano. Pero su fichaje por el Alcorcón o Las Palmas está asimismo en camino.

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