El exfutbolista madrileño, con experiencia ejecutiva de más de 15 años en el Osasuna, ya dirige la reconstrucción integral del equipo, ardua y delicada labor que ha de culminar en apenas 27 días.

-Tiene que construir un equipo nuevo por completo y, paradójicamente, la prioridad es vaciar del todo el vestuario con anterioridad.

-Es que, solo tenemos 9 jugadores, pero con ellos nos pasamos con mucho del presupuesto máximo que nos permite la LFP. Es un punto de partida difícil. Los futbolistas tienen firmados unos contratos y nadie está por perder dinero. Por eso pedimos paciencia. Van a ser días largos y densos.

-El caso es que solo quedan 20 fechas para iniciarse la liga. Y es de la máxima urgencia fichar a todos los refuerzos. Tal vez más de 15.

-Esa es la dificultad de la tarea. Mientras estamos obligados a quitarle peso económico a la plantilla con varias salidas, hay que empezar a traer jugadores nuevos ya porque quedan pocos días para el inicio del campeonato y estamos absolutamente en precario. Habrá que mentalizarse para hacer la pretemporada en competición.

-¿No le da vértigo esta situación?

-Da vértigo. Mucho vértigo. Es inevitable. Todo lo que está pasando en el Real Zaragoza no es una situación normal. Nadie de los presentes está acostumbrado a vivirla. No hay otra opción que tirar hacia delante con valor.

-¿Cómo vende usted a los posibles fichajes la -bonanza de venir al Zaragoza? No hay nadie, el equipo no tiene rostro ni ademanes.

-Es una aventura aceptar venir al Real Zaragoza para los primeros jugadores que lo hagan. Es cierto. Pero la imagen que está transmitiendo el club en la última semana es muy diferente a la del pasado reciente una vez llegada la nueva propiedad. Yo estoy trasladando seriedad, confianza. Hay que empezar por ahí para que cualquier jugador entienda que esto que acaba de nacer es un proyecto serio. Pero este primer año y, sobre todo, este primer mes, va a ser duro. Ya lo está siendo.

-Que no haya aún un cuerpo de plantilla, ¿puede estar ahuyentando a los futbolistas, como el caso de Ifrán?

-No creo que el no de Ifrán haya sido por eso. Él no tiene conocimiento de lo que está pasando en el Zaragoza. Eso sí que puede pasar con algún jugador español, que recela de un equipo que está aún todo por hacerse. Es lógico que alguien pueda cuestionarse venir sin saber quiénes van a acompañarle en el vestuario, sin saber con quién más va a jugar.

-Cuando haya diez futbolistas fichados, del undécimo en adelante será más fácil atraerlos.

-Seguro que sí. Entonces, más de uno podrá pensar que el equipo que se está armando es bonito y le resulta atractivo aceptar. Ahora, indudablemente, es complicado ser el primero o el segundo en venir. Es algo que condiciona mi trabajo de inicio. Pero ese no es el principal inconveniente que tengo.

-¿Cuál es el más grave?

La falta de tiempo. El trabajo contra el reloj. Ahora, lo más potable del mercado, está todo hecho. Los jugadores libres, hay que empezar a comprometerlos en enero o febrero. Ahora no existen. Esta situación nuestra jamás se ha vivido en ningún sitio. 

(Puede leer la entrevista completa en la edición impresa de HERALDO DE ARAGÓN)