Agapito cede sus acciones Real Zaragoza y la Fundación Zaragoza 2032 se hace con el control del club

Agapito Iglesias formaliza la cesión de las acciones a la fundación después de que este jueves haya recuperado los últimos títulos, en manos de Javier Lasheras y James Brumwell.

El notario Honorio Gómez, Christian Lapetra y Fernando Sainz de Varanda, en la constitución de la Fundación Zaragoza 2032.
Agapito cede sus acciones Real Zaragoza y la Fundación Zaragoza 2032 se hace con el control del club
Zaragoza 2032

La Fundación Zaragoza 2032 ya es propietaria del Real Zaragoza. La cesión de las acciones de la SAD se ha formalizado este jueves después de que el soriano hubiera recuperado los últimos títulos de la entidad, que estaban en manos de Javier Lasheras y su socio, el inglés James Brumwell.


Agapito Iglesias ha confirmado el acuerdo a través de la página web que creó para informar de todo el proceso de venta del club, en la que ha colgado un nuevo escrito. "Comunico a la afición zaragocista que, en el día de hoy, las acciones del Real Zaragoza, S.A.D. que el pasado 4 de junio pasaron a ser propiedad del grupo de empresarios aragoneses han vuelvo a mi propiedad, tal y como propuse", ha comenzado el empresario, quien ha asegurado que ha firmado ante notario "los correspondientes documentos que certifican el cumplimiento de los tres puntos de mi propuesta" para "dar una mayor estabilidad económica al Club y poder participar activa y fundamentalmente en la SALVACIÓN DEL REAL ZARAGOZA".


Según asegura el expropietario del club, "se ha formalizado la cesión de los créditos subordinados que estaban constituidos y dependían de las sociedades a las que represento" y ha donado "a la Fundación Real Zaragoza el 18% de las acciones con el fin de que dichas acciones sean a su vez donadas entre todos los abonados y accionistas del Real Zaragoza, a través del mecanismo legal que estimen oportuno los nuevos patronos". 


Además, Agapito Iglesias asegura que también ha cumplido su compromiso de donar el 72% de las acciones a la Fundación Zaragoza 2032. "Tengo la seguridad que la decisión que he adoptado es la más correcta para que la nueva propiedad pueda llevar a cabo su proyecto y que, partiendo de mi total  colaboración, encuentren el camino que facilite la viabilidad inmediata y futura del Club", ha indicado, para cerrar su escrito despidiéndose del zaragocismo: "Quiero hacer patente mi sincero agradecimiento a la comunidad zaragocista: aficionados, plantillas, cuerpos técnicos, empleados, pequeños accionistas, medios de comunicación y a quienes desde una crítica constructiva y educada me han acompañado durante estos años".