Aunque el Real Zaragoza, ahora bajo el control ejecutivo de Javier Lasheras, ha anunciado que el grupo inversor mexicano está dispuesto a entrar ya en la SAD asumiendo el corriente de la deuda fiscal (2,6 millones de euros), este acuerdo no está todavía concretado. No ha pasado más allá de su fase de precontrato.

Tantos Lasheras como Luis Manuel Lobato Blanco, el hombre fuerte de esta opción, aún no han conducido sus gestiones a un punto definitivo. El grupo mexicano está dispuesto a pagar ahora el corriente de la deuda con la Agencia Tributaria, pero recela de la inseguridad que genera el no aplazamiento del resto de las cargas fiscales acumuladas en el pasivo de la entidad.

La fecha del 16 de septiembre presenta la obligación de pagar 18 millones de euros. Esta exigencia aún no ha sido debidamente asumida por los inversores aztecas. Por ellos, se va a intentar quemar un último cartucho en Hacienda para conseguir la aprobación de un nuevo convenio.

l viernes están citados Lasheras y el director financiero José Guerra en el Ministerio de Hacienda. De esa cita depende que esta opción cristalice o no. Al grupo de accionistas mayoritarios le ha salido una fisura en una de sus facciones. Tanto los hermanos Zorita como Mariano Casasnovas (sus acciones acabaron repartidas entre Ángel e Ignacio) se oponen a esta solución gestionada por Javier Lasheras, además de los dirigentes a sueldo del club, como José Guerra.

Los juegos de porcentajes dentro de ese grupo y la posibilidad de que no puedan venderse los paquetes de forma autónoma son un elemento clave en esta alternativa que lleva asociado al grupo inversor mexicano de la familia Lobato Blanco, cuyos representantes esperan en Madrid.