El Real Zaragoza necesita ya entre 5 y 8 millones de euros

El grupo de empresarios de Casasnovas que ultima con Agapito el traspaso accionarial prevé afrontar los pagos inmediatos que amenazan la viabilidad del Zaragoza.

Una Junta de accionistas del Real Zaragoza
El Real Zaragoza necesita ya entre 5 y 8 millones de euros

En las negociaciones emprendidas entre los diferentes interesados en la propiedad del Real Zaragoza en los últimos meses y Agapito Iglesias, ha existido en todo momento una exigencia económica primordial. Quien asumiera el control societario debía inyectar con urgencia un volumen notable de euros con los que garantizar la supervivencia a corto plazo del club. Sobre todo, proteger las consecuencias federativas que pudieran derivarse del incumplimiento de los diferente pagos a los que debe enfrentarse el club en los próximos dos meses. Agapito ha puesto casi siempre este requisito de financiación, capitalizar con fuerza la SAD, como punto de referencia para tasar, por el momento, el traspaso accionarial que puede concretarse en las próximas horas.


De momento, el grupo empresarial representado, entre otros, por Luis Oliver y Mariano Casasnovas tiene diseñado el mapa de gestión necesario para asumir esas obligaciones inmediatas y ya tienen garantizado el respaldo financiero con el que afrontar los pagos que se le avecinan al Real Zaragoza. La cantidad total aún está por determinar, pues se están analizando con detalle todos los compromisos adquiridos por la SAD en materia económica con vencimiento a 30 de junio. La estimación comprende una horquilla entre los 5 y los 8 millones de euros.


El grupo de Oliver y Casasnovas se ha asegurado la capacidad financiera para cumplir con esos pagos y esto ha resultado crucial para impulsar notablemente esta vía de negociación abierta con Agapito Iglesias. En todo caso, esta alternativa de aspirantes al control del Real Zaragoza, en principio, según fuentes de la operación, representaría un proyecto de salvación, con un carácter transitorio que oscilaría entre las dos y las cuatro temporadas, desde el que consolidar la supervivencia inmediata del Real Zaragoza. Cumplido ese periodo, el abanico de opciones es variado: desde un posible retorno de Agapito al control de la sociedad a una nueva transmisión accionarial a otro inversor o interesado.


De momento, la urgencia la marcan los pagos que se aproximan. La fórmula aún no está clara, pero podría ser una ampliación de capital. Con una inyección entre cinco y ocho millones de euros, el Zaragoza salvaría los muebles. Debe abonar en torno a 3 millones de euros a la actual plantilla deportiva en concepto de la primera parte de la ficha anual, aplazada de diciembre a junio. La segunda parte debe desembolsarse a fecha de 30 de noviembre y no supone, de momento, ninguna asfixia temporal. Si el Zaragoza no cumple, se expone a las denuncias de futbolistas, lo que podría amenazar sus derechos de inscripción en el fútbol profesional de la próxima temporada. Es decir, correría un grave riesgo de descenso administrativo.


Además, el Zaragoza debe cumplir con los plazos de los diversos calendarios de pagos pactados con jugadores de plantillas anteriores, como Hélder Postiga, Roberto Jiménez o Romaric (a quien se le deben pagar aún unos 300.000 euros antes del 30 de junio), y del entrenador Manolo Jiménez. También ha de comenzar a liquidarse el finiquito de Paco Herrera después del acuerdo alcanzado la pasada semana (20.000 euros mensuales hasta enero de 2016, con dos pagos especiales a esa fecha y en enero de 2015). Y aún quedan por satisfacer las cantidades correspondientes a las nóminas de junio de los empleados de la entidad (marzo, abril y mayo se cobraron con anticipación).


Pero el listado de obligaciones no se limita únicamente al personal. Hay que pagar en torno a 1,2 millones de euros a Hacienda, dentro del acuerdo firmado el pasado verano por García Pitarch con la Agencia Tributaria para que el plazo de ocho millones que debía afrontar el Zaragoza se adaptara a las circunstancias del descenso. De momento, el Real Zaragoza ha amortizado unos 10 millones y le restarían alrededor de otros 30 millones (el calendario inicial era de cinco años) por reintegrar. Ahora, el nuevo órgano gestor que pudiera acceder al Zaragoza deberá renegociar un aplazamiento o una nueva rebaja con Hacienda a partir del 1 de julio si continúa el club en Segunda División.


Esta premura se ha convertido en un factor clave para que se hayan acelerado negociaciones como las del grupo de Oliver y Casasnovas. Casi sin margen temporal, su idea es tomar con celeridad toda la gestión del club y comenzar así a tramitar y agilizar los diferentes pagos que se le vienen encima al Real Zaragoza.