¿Y ahora...?
La derrota del Real Zaragoza ante el colista siembra de dudas el tramo final de la Liga.
En tierra de nadie, a seis puntos de una promoción en la que nadie cree y a otros seis de un descenso que suena muy improbable, el Real Zaragoza desgasta los últimos partidos de la temporada sin casi nada que decir, en una alargada pesadumbre deportiva.
Como resulta imposible matar la esperanza, el equipo aragonés aún tendría opciones de disputar la liguilla de ascenso a Primera División. Quedan, en realidad, 18 puntos en juego y la promoción no está mucho más allá de un tiro de piedra. El problema, sin embargo, no son los números.
Resulta increíble que, tras el rocambolesco triunfo ante el Jaén, en propia puerta y en el último minuto, el Real Zaragoza se haya dejado ganar ante el colista en Montilivi. Es verdad que los Víctor Muñoz crearon más ocasiones, que merecieron el gol. Pero eso resultó claramente insuficiente ante un rival desesperado y muy limitado que, sin embargo, quiso ganar. Y ganó.
El Real Zaragoza se jugaba ante el Girona la temporada. Y su triste derrota marca el signo de aquello en lo que se ha convertido este equipo, en un conjunto vulgar, sin argumentos ni ambiciones; sin atractivos. El zaragocismo se seguirá preguntando cómo es posible disparar esa bala con tan desacertada intención.
Seis partidos le quedan al cuadro de Víctor Muñoz para finalizar el Campeonato: tres en casa -Las Palmas, Sabadell y Sporting- y otros tres encuentros a domicilio -Córdoba, Murcia y Alcorcón-. No da la impresión de que se trate de un calendario demasiado complejo; el principal problema estriba en la actitud del equipo, en su capacidad para encarar y resolver los partidos.
La cita de Montilivi provoca una seria quiebra en el equipo aragonés. No es ya que rompa la racha de partidos sin perder –dos triunfos en casa y dos empates a domicilio-, es que siembra de dudas los argumentos con los que el equipo afrontaba el tramo final de la Liga.
La irregularidad en la que se mueve la competición liguera ni aleja la promoción para el cuadro blanquillo. Tras el Deportivo -goleado por la Ponferradina (0-3)- y el Eibar -que empató en casa con el Recre (0-0)- se sitúan el Barcelona B, que no jugará la fase de ascenso, Tenerife, Las Palmas, Sporting y Recreativo. Ninguno tiene un potencial que garantice ser infalible en los últimos duelos; y Las Palmas y Sporting son rivales en La Romareda.
Pero, ¿quién es capaz de apostar por este Real Zaragoza? Es ese el problema de fondo. Ni siquiera la tranquilidad con la que Víctor Muñoz puede preparar cada envite –ya sin cuestiones extradeportivas cada semana- sirve para dar el salto de calidad exigido.
¿Puede pelear el Real Zaragoza por el ascenso? Con la actitud mostrada ante el Girona, de ninguna manera…
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