Vitoria, aires de final
El Real Zaragoza no se puede permitir un nuevo tropiezo ante un Alavés también en crisis.
Tres puntos logrados de 24 en juego muestran la decadente trayectoria de un Real Zaragoza que afronta en Vitoria un partido crucial, fundamental para el futuro inmediato del equipo. Ganar es clave para los de Víctor Muñoz, que precisan acmodarse a las directrices del nuevo técnico y romper con la terrible dinámica en la que el equipo se encuentra inmerso.
Algunas cosas ya han cambiado bajo las órdenes del técnico zaragozano. El equipo ha ganado en intensidad, en agresividad. Y, sin duda, la mala fortuna y la falta de acierto privaron al cuadro aragonés de un mejor resultado en el estreno de Víctor. Pero el discurso es similar a lo que ya se había visto con Paco Herrera. Y resulta fundamental cambiarlo.
El equipo aragonés está llamado a entrenar este miércoles en la primera sesión preparatoria del partido del domingo (Mendizorroza, 18.15).Víctor Muñoz cumplirá entonces su primera semana y la escuadra debe empezar ya asimilar sus conceptos. Y el principal es la necesidad imperiosa de ganar.
Con una categoría revolucionada, el cuadro aragonés se encuentra a dos puntos de los puestos de descenso, aunque tan solo a cinco de la promoción. El principal problema es la falta de capacidad del equipo, la losa que arrastra con esa racha bárbara de malos resultados que pesan sobre un equipo de ánimo endeble.
El Alavés, en situación delicadísima, ha optado por el cambio de técnico justo en la antesala del partido del Real Zaragoza. Juan Carlos Mandiá ha dejado su puesto a Alberto López, su segundo. La formación blanquilla debe aprovechar la crisis de los vitorianos para lograr una victoria fundamental, balsámica; que rompa de una vez con esa insoportable racha de ocho partidos seguidos sin conocer la victoria.
La cita de Mendizorroza tiene ya, sin duda, aroma de final para el Real Zaragoza.
