El nuevo aire de Víctor

El técnico ha cambiado el ambiente derrotista del Real Zaragoza, pero debe refrendarlo el domingo.

Víctor Muñoz dirige el entrenamiento del Real Zaragoza
"Si podemos jugar bien, lo haremos; pero lo importante es ganar"

Necesita el Real Zaragoza salir de la espiral derrotista en la que se encontraba inmerso. Siete partidos sin ganar, 3 puntos de 21, empujaban de forma irremisible a Paco Herrera. Más allá de sus culpas, su destitución la señalaba el fútbol.


La elección de Víctor Muñoz cumple con muchas de las exigencias que tiene planteadas el Real Zaragoza. Su llegada, vinculada a esa singular forma de actuar de Pitarch -sorprendente y siempre compleja-, ha aportado, de momento, una imprescindible unidad en el zaragocismo.


Atrás han quedado las disensiones y los criterios sobre el sucesor de Herrera. Llega Víctor Muñoz para aportar criterio a la irregular trayectoria de la formación blanquilla, que debe mantener viva la aspiración del ascenso.


En su toma de contacto, el técnico zaragozano ha elegido el camino de la prudencia: no quiere vender humo. Y anuncia que el trayecto “es muy muy difícil”. Es preciso avanzar día a día y no cabe duda del valor que adquiere el partido de este domingo, en La Romareda, ante el Deportivo.


Pero más allá de las palabras, Víctor transmite. Ha ilusionado a una afición desencantada, ha llevado un nuevo mensaje a la plantilla, se ha permitido apartarse de Agapito Iglesias y ha mutado el ambiente general del entorno zaragocista.


Es verdad que todo eso necesita un refrendo imprescindible: lograr resultados, comenzar a ganar. Y el inmediato compromiso es el complejo duelo de este domingo, en La Romareda, ante el Deportivo. Que, sin duda, con este apretado fin de temporada, marcará el desarrollo final del Campeonato.


De momento, Víctor Muñoz ha introducido aires nuevos, frescura; y ha mutado el ánimo y la mentalidad de una escuadra que no acababa de encontrar una salida a la terrible dinámica de resultados en la que se encuentra inmersa.


No hay tiempo de ensayos. La exigencia es inmediata y se ha de medir en unos días. Entonces se verá hasta qué punto ha cuajado el nuevo espíritu que transmite el entrenador aragonés.