Una camiseta invendible

El equipo aragonés sigue sin encontrar un patrocinador que se anuncie en la elástica.

Homenaje a Cáceres
Homenaje a Cáceres_4
TONI GALAN/ A PHOTO AGENCY

Brindará este domingo el Real Zaragoza su camiseta, en el partido ante el Mallorca, a la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental (Asapme), en la elogiable iniciativa del equipo aragonés de ofrecerse a entidades aragonesas sin ánimo de lucro. El gesto loable del club blanquillo no puede ocultar, sin embargo, una realidad dolorosa: el Real Zaragoza, en una situación económica delicadísima, no consigue encontrar un patrocinador que quiera anunciarse en su camiseta. Lo que pasa factura en todos los órdenes.


La decadencia deportiva e institucional en la que se encuentra instalado el club aragonés pasa factura a la entidad. Hoy, el Real Zaragoza de Agapito y Pitarch no es un equipo interesante desde el punto de vista promocional. El club sigue manteniendo el interés informativo y el seguimiento de sus fieles seguidores –cientos de miles-. Y ese impacto se manifiesta en las audiencias de los partidos de Segunda División, en donde los duelos del equipo de La Romareda generan más atención que muchos de los equipos de Primera.


Pero el desprestigio y la mala imagen que arrastra la entidad, derivada de los años de gestión de Agapito Iglesias, hacen desconfiar a los patrocinadores. En los últimos años, Telefónica, a través de la Fundación Proniño –que atiende las necesidades educativas de niños en Suramérica-, había apostado por el Real Zaragoza. El club, incluso, mantuvo la publicidad en el inicio del Campeonato en Segunda y a punto estuvo de llegar a un acuerdo de patrocinio. Pero la falta de acuerdo borró a Proniño de la elástica.


Con la llegada de La Caixa –que ha dejado su sello en todo el estadio de La Romareda- se podía haber vestido de publicidad de nuevo la camiseta del Real Zaragoza. Incluso la entidad bancaria llegó a mostrarse en las camisetas rojas que, con el escudo del Real Zaragoza, vestían los amigos de Fernando Cáceres en el homenaje del argentino.


Pero solo fue eso. De forma dolorosa para cualquier zaragocista, el sello de referencia del equipo, su camiseta, no resulta atractivo para los patrocinadores. Es otra muestra palpable de la situación a la que ha empujado el lamentable gobierno de Agapito.


El domingo, contra el Mallorca, el Real Zaragoza portará con satisfacción el sello de Asapme; y ésta se sentirá orgullosa de semejante escaparate. Pero esa relación no ocultará la dolorosa realidad de que los dirigentes han convertido la camiseta del Real Zaragoza en un bien invendible.