Real Zaragoza

Del examen... ¿a la reválida?

La exigencia sube de nivel en el partido que el conjunto blanquillo disputa este sábado ante el Numancia en La Romareda. Herrera podría recuperar a Paglialunga y Cortés.

Entrenamiento del Real Zaragoza en la Ciudad Deportiva
Paglialunga sigue al margen
ARÁNZAZU NAVARRO

 Decía el entrenador del Real Zaragoza Paco Herrera que el partido del pasado sábado en Ipurúa ante el Éibar era "un examen" para demostrar "la capacidad" de su equipo; para saber dónde está y cuáles son sus aspiraciones.


El equipo aragonés, en un partido lamentable, suspendió sin opciones, dejando una triste imagen frente a un rival que se limitó a aprovechar las concesiones y facilidades que le brindó el equipo blanquillo.


La derrota desprende un sabor amargo y, sin descolgar al equipo porque la igualdad es enorme en Segunda División, siembra dudas y obliga a una reacción inmediata este próximo sábado, en el duelo frente al Numancia en el estadio de La Romareda.


Suba la categoría del examen y ya se pasa al menos a la evaluación y casi a la reválida. La formación blanquilla se obliga a reaccionar, debe cambiar de cara por encima de todo, apartar esa sensación de indigencia, de desamparo, de indiferencia que ofreció en Ipurúa. Y debe dar un golpe de autoridad de verdad para impulsarse por fin hacia el carril que conduce a los puestos de privilegio.


Llega el Numancia, pero da igual la entidad del rival. El Real Zaragoza tiene la obligación de apelar a la autoridad que le brinda sus objetivos y consolidarse de una vez en su propio estadio.


El cuadro aragonés comienza este martes con los preparativos del duelo, para el que Paco Herrera podría recuperar a Paglialunga, que ocupará un puesto por delante de la defensa junto a su compatriota Acevedo. Además, sería lógica la vuelta al equipo titular de David Cortés, tras la sanción por su expulsión ante el Alavés.


Mucho ha de trabajar Herrera. Sobre todo, en la parcela defensiva. La endeblez de la retaguardia pasa factura cada partido; y la exigencia es recuperar una jerarquía de acuerdo con la categoría del equipo. Aunque, sin duda, el grave lastre del centro de la defensa es complicado de paliar. La otra obligación de Herrera es recuperar cuanto antes la mejor versión de Abraham en la banda izquierda.


Dejó el partido de Ipurúa, entre las malas sensaciones, el agradable sabor del buen juego de Cidoncha –un futbolista con virtudes al que el Real Zaragoza debe recuperar- y Diego Suárez. Son alternativas que el técnico no puede desaprovechar: frescura y desparpajo, en equilibrio con la experiencia, son opciones para una escuadra en la que el bajón físico se entremezcla también con el cansancio psicológico.


Numancia es el rival que marca el calendario. La exigencia es una victoria con la que levantarse. El examen sube de nivel.