Heraldo del Campo

Real Zaragoza

El ascensor está en casa

El equipo aragonés es consciente de que debe consolidarse en La Romareda para propulsarse a los puestos de cabeza de la clasificación.

Prolegómenos del Zaragoza - Recre
Real Zaragoza - Recreativo de Huelva_7
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 No hay quiebra en el argumento. Y para que no quepa duda alguna, han sido dos pesos pesados del vestuario del Real Zaragoza –primero, Movilla; más tarde, Álvaro- los que han llamado la atención de todo el zaragocismo: el ascenso pasa por La Romareda. "No hay excusas, tenemos que ganar los partidos en casa. De La Romareda no se nos pueden escapar las victorias", enunció con claridad el veterano futbolista madrileño el pasado miércoles.


Este jueves, ha sido Álvaro el que ha tomado la palabra: "Ser constantes en casa va a ser una de las claves para conseguir el objetivo", explicaba el central cántabro, una de las piezas claves del equipo de Paco Herrera.


Tras la victoria ante la Ponferradina, hace dos semanas, el técnico catalán llamaba la atención sobre la dificultad de jugar en casa: la tensión, los nervios, la ansiedad y los rumores en las gradas cuando las cosas no se hacen bien transmiten un nerviosismo que el equipo no sabe controlar. “Nos hacemos daño a nosotros mismos. Tenemos que darle la vuelta y aprender a ganar juntos y perder juntos. Hasta que no lo logremos, sufriremos”, señaló Herrera, tras reconocer que el equipo juega a bandazos.


La formación blanquilla sabe sacar partido a sus desplazamientos. Únicamente ha perdido en el Mini Estadi, con el filial azulgrana, y ha empatado en Alicante y en Riazor, en dos duelos en los que pudo ganar. Logró el triunfo en Valdebebas y Palma de Mallorca.


Pero le cuesta mucho más jugar bien y ganar en su propia casa. Ha perdido con el Lugo y el Recre y ha cedido un empate ante el Mirandés. Sufrió para ganar a la Ponferradina hace dos semanas y se deshizo con solvencia del Tenerife (3-0), en el partido más cómodo –el único- que ha vivido en lo que va de temporada.


Asentar La Romareda, convertirla en ese escenario complicadísimo para el rival que exige una formación como la blanquilla, es el reto que debe buscar –y lograr- el equipo.


Recibe este sábado –desde las 18.15- al Deportivo Alavés, un recién ascendido que apeó al cuadro aragonés en la competición copera. Sellar una nueva victoria, tras la conseguida ante la Ponferradina, serviría para brindar autoridad y propulsar al cuadro blanquillo. Porque el ascensor está en casa.