Real Zaragoza

Los cambios, en la medular

Paco Herrera dio entrada a Cidoncha por Barkero y Acevedo por Movilla; Víctor, que sufría un proceso vírico, jugó al final.

Trabajada victoria del Zaragoza
Otra vez Víctor
E. CIDONCHA

El entrenador del Real Zaragoza, Paco Herrera, quería haber mantenido el mismo equipo que jugó la segunda parte ante el Tenerife, el equipo que reaccionó por fin e hizo valer su jerarquía en segunda. Sin embargo, sus planes se vinieron abajo con la pieza fundamental: Víctor Rodríguez.


El delantero sufrió un proceso vírico y no puedo alinearse desde el principio. Herrera echó mano entonces de Barkero... pero el vasco no es Víctor. Y el equipo lo notó. No hubo profundidad en el juego, la escuadra vivió de los temores del Castilla tras el gol, y el engranaje no funcionaba.


Hay liderazgo detrás de Víctor Rodríguez. Ha asumido peso específico, no le pesa la responsabilidad y el equipo nota su presencia. Y su ausencia.


Entró Cidoncha por Barkero y el equipo empezó a cambiar. Y a un Movilla cansado de su kilometraje por el terreno de juego le sustituyó con solvencia el argentino Acevedo. La medular fue entonces capaz de frenar las embestidas de los jóvenes jugadores del Castilla.


La entrada de Víctor sirvió para mutar de forma definitiva el partido. Llegó, marcó y dio una nuevo aire al equipo, además de dejar muy ocado al rival.


El partido, para olvidar en sí mismo, debe ser analizado para corregir muchos de los errores cometidos. Y, sobre todo, una estrepitosa endeblez defensiva. Porque solo la inocencia de los jóvenes canteranos merengues les privó de un mucho mejor resultado.