Real Zaragoza

Las oportunidades malgastadas

El Real Zaragoza vivió ante el Athletic un nuevo capítulo de su incapacidad para cerrar un encuentro que se le había puesto de cara.

Partido entre el Real Zaragoza y el Athletic de Bilbao
Real Zaragoza- Athletic_3
J. CEBOLLADA/EFE

No es el Real Zaragoza el equipo más goleado de Primera División, aunque su sistema defensivo si que se retrata como uno de los más abordables de la categoría. Etiqueta que, con el paso de los partidos y la repetición de los fallos, se retroalimenta en una espiral perniciosa que lleva camino de condenar al conjunto de Manolo Jiménez al infierno de la Segunda División. Sin ningún tipo de fiabilidad, y a pesar de haber logrado finalizar dos partidos consecutivos con la puerta a cero, el cuadro aragonés continúa demostrando una preocupante incapacidad para cerrar los choques que comienzan de cara para él. Tenebrosa tendencia que, contra el Athletic de Bilbao, sumó un nuevo capítulo para su historial.


Desde luego, la forma en la que los aragoneses tiraron el encuentro ante el conjunto vasco, perdiendo tras encajar un gol en el descuento después de haberse adelantado en el electrónico, es la más dolorosa de las existentes en el fútbol. Un desarrollo que lamentablemente para los blanquillos resulta ya conocido. No en vano, resulta complicado no enlazar el 1-2 encajado frente a los bilbainos con el 2-1 asestado por el Celta cuatro jornadas atrás.


Los paralelismos son claros y evidentes. En ambos encuentros el Real Zaragoza se jugaba algo más que tres puntos y en los dos consiguió marcar el primero -en el minuto 26 en Balaidos y en el 13 al Athletic-. Teórica buena noticia que, finalmente, solo sirvió para aumentar la frustración y la tristeza. Después de que los zaragozanos se mostraran incapaces de incrementar, o simplemente mantener, su ventaja y cayendo abatido en el tiempo extra.


No son los únicos choque en los que los aragoneses cedieron tras haber abierto la cuenta goleadora. Y no solo en derrotas. Para un equipo al que le cuesta anotar, en total los blanquillos se han quedado 17 choques con el marcador a cero, no rentabilizar en puntos las veces que lo consigue resulta letal. Así, obviando por un momento polémicas arbitrales justificadas, los empates ante Málaga, Valencia o Real Madrid responderían a un patrón similar.


Incluso, el histérico triunfo contra el Mallorca se podría apuntar a esta tendencia. Salvado, eso sí, por una acción individual de Rochina en el minuto 88. Si bien es cierto que los bermellones fueron los primeros en marcar, el cuadro aragonés consiguió darle la vuelta al electrónico para apuntar un 2-1 que, por demérito propio, llegó a ser un 2-2 a escasos minutos del pitido inicial. Entonces, el triunfo fue un milagro. Situación excepcional que no se dio en Riazor, donde los zaragocistas consiguieron remontar el tanto inicial del Dépor para, después, caer por 3-2.