Cuestión de confianza

Muchas son las buenas noticias que se pueden extraer de la última victoria del Real Zaragoza frente al Rayo Vallecano. Tanto en ataque, donde se consiguieron la nada desdeñable cifra de tres goles, como en defensa, faceta en la que se logró dejar la portería a cero. Desde luego, no es tema baladí éste. No en vano, el conjunto aragonés solo ha logrado quedarse sin recoger el esférico de su portería en cuatro ocasiones más durante la presente temporada. Un asunto de máxima importancia, especialmente ahora que llegan las jornadas decisivas.

En rueda de prensa, Manolo Jiménez pidió no recordar más la penosa racha de 15 partidos sin ganar. Se trata de la manera que el técnico posee para intentar borrar cuanto antes su recuerdo. El método para superar sus más que posibles secuelas. No obstante, resulta obvio que la serie de malos resultados ha provocado algunos estragos en el conjunto blanquillo. Males que tienen que ver, sobre todo, con el aspecto defensivo del equipo. Sin duda, el apartado más quebrado del equipo.

Tanto que hasta Roberto, héroe habitual del zaragocismo, ha sido cuestionado por sus últimas actuaciones. Especialmente respecto a su seguridad en los balones aéreos. Deportivo y Celta, rivales directos de los aragoneses por la salvación, lograron poner en demasiados apuros -y vencer- a los blanquillos simplemente colgando balones al balcón. Situación que parece haber revivido los viejos fantasmas que ya atormentaran al cancerbero en su etapa portuguesa.

El Rayo, quizá por su marcada filosofía de juego, apenas utilizó dicho recurso. Sin embargo, el estado de nervios en el que vive el guardameta quedó retratado en una jugada en la que, tras una mala salida, la cual le dejó totalmente descolocado, forzó a Apoño a realizar la proeza de sacar un remate contrario sobre la línea de gol. Aquel pudo ser el primer tanto rayista del encuentro, pero no lo fue y los aragoneses mantuvieron su portería a cero. Cuestión que debe incrementar la confianza de una zaga que durante algunos tramos de la temporada ha sido un auténtico flan.

Porque si recuperar a Roberto es importante, no lo es menos el hecho de hacer lo propio con la defensa en general. Y, en particular, con Loovens. El central holandés, que fue pitado por La Romareda el día del Barcelona, volvió al once titular tras superar sus molestias víricas. De esta manera, queda demostrado que el tulipán es, a pesar de las críticas externas, el hombre de confianza para Jiménez. Estatus que le obliga a rendir al máximo nivel en lo que resta de temporada. Algo a lo que puede ayudar su actuación del pasado domingo, correcta y sin incurrir en errores de gravedad.

Posibles cambios atrás

Así, Sapunaru, Álvaro, Looves y Abraham se antoja como el cuarteto elegido por el del Arahal para proteger la portería propia. Una alineación tipo a la que ya tendrá que hacer modificaciones la siguiente jornada. Ante el Levante, Jiménez deberá dar una nueva vuelta de tuerca a su línea de cuatro debido a la ausencia de Sapunaru por sanción. A diferencia de otras situaciones, el técnico no ha querido andarse con secretismos. “Seguramente juegue Fernández”, apuntó en la sala de prensa cuando fue cuestionado por este asunto. La confianza, a estas alturas, es un componente importantísimo y el preparador la aplica en público.

En la otra cara de la moneda queda Paredes. De momento, único damnificado por el histérico partido vivido ante el Mallorca. El capitán del equipo, que salió en la segunda parte, protagonizó junto a Roberto el infame segundo gol de los bermellones. Acción que le costó el no cambiarse de ropa ante los vallecanos. No obstante, la baja del lateral rumano seguramente le vuelva a dar una nueva oportunidad en la convocatoria.