Madrid 2020

La espera de La Romareda

El Ayuntamiento de Zaragoza confía en que la elección de la candidatura olímpica de Madrid garantice inversión para remodelar el campo. En cualquier caso, la actuación resulta imprescindible.

Imagen de la Romareda durante un partido en 2009
Imagen de la Romareda durante un partido en 2009
HA

El Ayuntamiento de Zaragoza vive expectante desde la lejanía la inspección a la que está siendo sometida la candidatura olímpica de Madrid 2020. No es para menos. Zaragoza también juega en esta apuesta con su desvencijada Romareda, subsede para los partidos de fútbol.


Madrid ha apostado con fuerza por La Romareda. Al margen del estado en el que se encuentra la instalación –incapaz en la actualidad de albergar evento olímpico alguno-, le ha interesado algo tan básico como que el estadio está ya construido –es decir, no es preciso hacer un nuevo campo, clave en la candidatura española-; y, además, la cercanía con Madrid por medio del AVE. Es esta otra de las cuestiones que vende el proyecto olímpico: la conexión a través del tren de alta velocidad.


No les ha importado mucho a los promotores la actual situación en la que se encuentra el estadio municipal. Saben los dirigentes políticos locales que el estadio está ya para pocos recorridos; el campo no aguanta.


Los últimos informes –que ahora descansan en el cajón de algún político- apuntaban los problemas de todo tipo que sufre la estructura del estadio. Entonces, se utilizaban como argumento para una profunda remodelación. Hoy, sin dinero, se prefiere dejar pasar el tiempo. Aunque ya no le queda mucho al viejo campo.


Los responsables municipales se encuentran a la expectativa. Si el proyecto de Madrid 2020 prospera, resulta imprescindible remodelar el campo. Sería imprescindible una renovación profunda. ¿Y de dónde sale el dinero? En el Ayuntamiento no ocultan que lo deseable sería que la inversión llegara a través de la candidatura, algo que se adivina complicado.


En cualquier caso, lo que resulta inevitable es una actuación sobre el estadio. Porque a nadie se le puede ocurrir brindar el campo, tal y como se encuentra hoy, como sede de un acontecimiento olímpico.


¿Y si no sale Madrid 2020? El Ayuntamiento sabe que también debe actuar porque La Romareda ya no aguanta más. La inversión sería mucho menor y el cargo correspondería al Ayuntamiento de Zaragoza, con la posible ayuda de alguna otra institución.


Hace tiempo que Zaragoza necesita un campo de fútbol. Sólo las zancadillas políticas privaron a la ciudad del desarrollo de una iniciativa en la que el dinero se perdió entre maquetas y proyectos. El Ayuntamiento quiere asirse ahora al tren provisional que le brindan los Juegos Olímpicos.


Desde la lejanía, observa, espera y apuesta por la propuesta madrileña. En donde también se juega un pedacito del futuro del estadio zaragozano.