Opinión

¿Y el Real Zaragoza?

Al conjunto aragonés se le acumulan los temores y ya no se parece a aquella escuadra de la primera vuelta, sólida y firme, capaz de encararse con cualquier rival. Es la hora de mirarse en aquel espejo y reaccionar.

 No fue el de este lunes el Real Zaragoza que uno esperaba en un partido de la trascendencia del que le enfrentaba con el Granada. Dice Manolo Jiménez que con Apoño se hubiera ganado; pero había que haberlo ganado también sin el malagueño. El empate prolonga el sufrimiento y alarga la inquietud del zaragocismo, que ve que al equipo le faltan argumentos para enfrentarse a rivales directos.


No fue el Granada un equipo de otro mundo -está llamado también a pasarlo mal-; sin embargo, el Real Zaragoza no cumplió con la obligación de ganar. Por encima de todo, casi de cualquier manera, la exigencia única del partido del lunes era la victoria. El empate sabe a muy poco.


Ha repartido el equipo hasta ahora argumentos para tratar de justificar la falta de victorias. Se ha apelado a la falta de acierto, a la malaventura, a los errores arbitrales -con razón-... Pero casi tres meses después del último triunfo liguero, es tiempo de dejar las excusas y afrontar una crítica profunda.


Ha desaparecido ese equipo de la primera vuelta, serio y sólido; convencido y ambicioso, capaz de poner en aprietos a los grandes. Hoy el Real Zaragoza ya no se parece a sí mismo; es un equipo timorato y previsible, carente de gol y al que se le ha apoderado el miedo a ganar -o a no ganar-. 


Y Jiménez ha elegido la excusa para administrar las explicaciones. El fútbol, como es natural, señala al técnico; aunque no cabe duda de que el sevillano es capitán de un proyecto que está barnizado de su impronta.


Lo que hoy se le pide al equipo -y con él al técnico-  es un sprint. La capacidad de aislarse del entorno, de disputar su propia Liga, de empezar a ganar de una vez, alejado de todo lo que le rodea -como hizo el año pasado-. Un torneo a un puñado de partidos, sin pasado; sólo con el futuro inmediato. Su Campeonato empieza el domingo en el Pizjuán. Y hay que ganar.