Real Zaragoza 0-Granada 0

La fe incansable de La Romareda

La afición se sobrepuso de nuevo a todo y acudió al estadio municipal para animar al equipo en otro delicado compromiso.

Era un partido fundamental para el Real Zaragoza. En el que era imprescindible ganar para intentar escapar de la zona más comprometida de la clasificaicón. El equipo de Manolo Jiménez sólo pudo rescatar un punto, pero la que estuvo de sobresaliente, una vez más, fue la afición blanquilla.


No le importó que fuera lunes -esos horarios horribles que marca la Liga de Fútbol Profesional-, ni las complicaciones inherentes al duelo. La Romareda rozó los 30.000 espectadores, respondiendo de forma generosa a la llamada que le había hecho el club. La entidad le pidió su respaldo; el zaragocismo se lo brindó con creces. 


Y eso que volvió a sufrir. Porque la escuadra blanquilla no estuvo acertada en otro envite con perfiles de final. La que sí sabía lo que se jugaba fue su afición: el respaldo incombustible del Real Zaragoza.