Ganar para frenar las urgencias

El equipo aragonés precisa ganar al Valencia esta sábado (La Romareda, 18.00) para cambiar la grave tendencia experimentada por el conjunto desde el inicio de 2013.

 El Real Zaragoza no puede consumir más jornadas sin anotarse su primera victoria del 2013, cuando ya está acabando febrero, para no seguir hundiéndose en la clasificación aunque no lo tendrá fácil a pesar de jugar como local frente a un Valencia en alza.


Las urgencias para el equipo aragonés ya están a la vuelta de la esquina, desde la pasada jornada es el equipo que cierra los puestos de permanencia, a pesar de que todavía dispone de un colchón de cuatro puntos sobre el siguiente perseguidor, el Celta, que le servirán para no entrar en la zona roja cuando concluya esta vigésima quinta jornada.


La tregua que le han dado hasta la fecha a los zaragocistas los tres últimos clasificados, como señaló el extremo Francisco Montañés, podría tener puesta su fecha de caducidad este mismo fin de semana.


La curva ascendente que marcó el triunfo en San Mamés ante el Athlétic el último partido del 2012 sufrió su punto de inflexión al arrancar la hoja final del calendario y a partir de ahí tan solo ha podido añadir dos puntos a su casillero de los veintiuno que se han puesto en juego.


Acostumbrado a vivir sobre el filo de la navaja las tres últimas temporadas, el equipo que entrena Manolo Jiménez parecía haber pasado una página a la que está a punto de regresar si no empieza a sumar puntos de inmediato y se ponen "las pilas cargadas" sus jugadores.


El técnico sevillano, artífice del milagro de la salvación la pasada temporada, mantiene que tras un correcto inicio de campaña ni antes eran tan buenos ni ahora tan malos y todavía no ve signos de preocupación porque considera que se les han escapado demasiados puntos por situaciones ajenas a ellos.


Como las complicaciones no vienen solas, el de Arahal pensaba que iba a poder contar por primera vez después de muchas jornadas por pequeñas lesiones, expulsiones y sanciones, al margen de los lesionados de larga duración como Franco Zuculini, Javi Álamo e Ivan Obradovic, con todos los componentes de la plantilla, pero el fuerte golpe sufrido por el portero Roberto Jiménezen el entrenamiento le obligará a cambiar de planes e incluso es duda Cristian Sapunaru que se someterá a pruebas diagnósticas por unas molestias en los adductores.


A pesar de las adversidades, el gran objetivo de los maños es reencontrarse con el triunfo en una Romareda que no ve ganar a su equipo desde el pasado 10 de noviembre cuando derrotó al colista Deportivo.


Durante toda la semana el equipo aragonés se ha ejercitado a puerta cerrada en busca principalmente de tranquilidad y sosiego, además de esconder sus intenciones en las que la única duda que parecía albergar era la del acompañante de Postiga en la punta de ataque que podría ser el recién incorporado Rubén Rochina en detrimento de Víctor Rodríguez, a las que se ha unido la de Sapunaru a la espera de conocer el diagnóstico del golpe sufrido por Roberto.