Real Zaragoza

Un peligroso paréntesis

El Real Zaragoza sólo ha sumado 2 de los últimos 21 puntos en juego. La derrota en Pamplona acentúa la crisis del equipo de Manolo Jiménez.

Partido entre el Osasuna y el Zaragoza en el Reyno de Navarra
Osasuna - Real Zaragoza_6
EFE

Dos puntos conseguidos entre enero y febrero (dos empates y cinco derrotas ligueras en lo que va de 2013) ponen de relieve la dimensión de la crisis por la que atraviesa el Real Zaragoza. El conjunto de Manolo Jiménez parece haber abierto un paréntesis en la competición y queda por saber cuándo será capaz de cerrarlo y volver a ganar.

Los perfiles de la situación se vuelven aún más afilados –si fuera posible- cuando se analiza el calendario blanquillo. El conjunto aragonés recibe en La Romareda al Valencia, viaja a Getafe, se enfrenta en casa al Granada y visita el Sánchez Pizjuán. Eso, antes de que el Madrid rinda visita al estadio municipal el último fin de semana de marzo.

Es verdad que el Real Zaragoza de Jiménez se encara con cualquier rival. Como ocurrió en Málaga y también ante Osasuna, al que hizo méritos para ganar. Pero el rosario de partidos ha sacado a relucir debilidades que pasan factura. Y que ponen los encuentros –como el del Reyno de Navarra o ante la Real- cuesta arriba casi desde su mismo arranque. Además, La Romareda se ha convertido en el estadio más vulnerable de España –más asequible, incluso, que Riazor-; y el Real Zaragoza se encuentra inmerso en una desigual e injusta batalla con los árbitros, que se han hecho protagonistas de cada duelo de la entidad blanquilla.

Se ha quejado Manolo Jiménez, con razón, del enésimo mal arbitraje sufrido por su equipo. Porque Velasco Carballo volvió a ser clave en la dinámica del duelo de Pamplona. Como lo había sido en Sevilla, en la vuelta de los cuartos de la Copa, cuando dejó al Real Zaragoza con nueve.

En el Reyno de Navarra mostró siete amarillas y se ‘olvidó’ de mandar al vestuario –como hubiera debido- a Flaño. Uno más en la cadena de desaciertos que sufren los blanquillos. Y de los que alguien deberá informar…

Pero no hay tiempo para lamentarse y la obligación es reaccionar. El reto es volver al carril de las victorias. El sábado, a las 18.00, Real-Zaragoza-Valencia. La hora de La Romareda.