Asignatura pendiente

En el debe del Real Zaragoza durante el transcurso de esta temporada figura que se ha comportado como un equipo débil y vulnerable en su estadio, de donde ha dejado escapar demasiado puntos; y lo más preocupante es que muchos han sido frente a equipos de su mismo nivel, de su particular liga.


Llegados a este tramo de competición, las necesidades de todos los equipos por conseguir sus objetivos comienzan a aflorar. Una vez finalizado el plazo de fichajes del mercado invernal, y tras haber acometido las incorporaciones que cada equipo ha podido realizar en base a sus recursos económicos, la lucha por la supervivencia en unos casos y la clasificación para competiciones europeas en otros, entra en su fase determinante.


En lo que al Real Zaragoza atañe han llegado 6 nuevos refuerzos ( Fernández, Bienvenue, Carmona, Rodri, Rochina y Romaric). Sí, Romaric, la apuesta más fuerte que realizó la entidad al comienzo de temporada, destinado a ser uno de los estandartes del equipo y que, sin embargo, hasta la fecha, ha pasado completamente desapercibido, sin aportar absolutamente nada. Una vez finalizada la Copa de África, donde ha tenido la posibilidad de participar de forma asidua con su selección, sólo depende de él, de su compromiso, entrega y profesionalidad el hecho de que pueda devolver, en parte, la apuesta y confianza depositada en su juego.


Tiene tiempo, va a tener oportunidades y a buen seguro que en sus botas está la posibilidad de resarcirse de la deplorable primera vuelta en la que su participación fue meramente testimonial y de esta forma convertirse en un valor que sume en beneficio del grupo.


La Romareda, debe obligatoriamente convertirse en un escenario complicado para el rival. Gran parte de las expectativas de la permanencia van a pasar por nuestro estadio y para ello es fundamental crear esa atmósfera vivida en años anteriores, donde el aficionado se convirtió en un factor desestabilizante a favor de los intereses de su equipo; capaz de llevarlo en volandas, de levantarlo en los momentos difíciles y capaz de crear ese infierno irrespirable para el equipo rival.


Debemos ser conscientes que debe cambiar la tendencia de resultados cuando jugamos como local, porque el margen de error se estrecha cada vez más, porque hay que tratar de establecerse en una situación más cómoda en la clasificación y, de esta forma, ahuyentar, espantar y alejar viejos fantasmas e implantar un ambiente de tranquilidad que sirva para que este equipo en construcción solidifique las bases del futuro.


No va a ser fácil, y a buen seguro que el trayecto va a estar lleno de obstáculos. El primero, la Real Sociedad, instalada en una zona cómoda en base a que ha sabido acumular un buen porcentaje de puntos que le permiten estar situada en la zona noble de la clasificación. Un equipo, el donostiarra, construido en base a la juventud y la calidad en su línea ofensiva, y al rigor táctico; donde sus jugadores están llamados a ser la referencia del equipo, a marcar las diferencias. Y están cumpliendo a la perfección con el rol que les encomendaron.


Isidro Villanova, ex jugador del Real Zaragoza