Oportunidad para sonreír

No son buenos días para el Real Zaragoza. El año nuevo ha traído consigo un bajón sensible de juego y resultados que mantienen preocupado a su técnico, Manolo Jiménez. El preparador, incluso, llegó a afirmar después de caer en Valladolid que se había equivocado exigiendo a su plantilla disputar dos competiciones. Pero, a pesar de todo, en la Copa del Rey posee la posibilidad de alcanzar las semifinales. Latitud que los aragoneses no perciben desde la temporada 2005/06, cuando finalizaron subcampeones tras perecer en la final ante el Espanyol. Un apetitoso dulce al que cuesta resistirse.

Actualmente, el pase de ronda parece factible para el conjunto zaragocista. En palabras de su entrenador, está “al 50% de posibilidades” para ambos contendientes. Aunque lo cierto es que, debido al empate a cero de la ida, a los aragoneses les sirven más combinaciones de resultados que su rival, el Sevilla Fútbol Club. Así, una victoria o un empate con goles supondría la clasificación del cuadro blanquillo para la penúltima ronda. Una alegría para paliar, en cierta manera, los sinsabores sufridos en Liga.

Decepciones que han llegado aparejadas de bajas importantes. Muchas de las cuales se repetirán en el Sánchez Pizjuán, estadio al que los zaragocistas viajan con la ausencia de hombres cruciales como Apoño, Álvaro, Abraham o Loovens. Además, Edu Oriol y Pintér, incluidos en la convocatoria, finalizaron el partido en el José Zorrilla con dolores. Molestias que han obligado al Real Zaragoza a confeccionar una desplazamiento de 20 futbolistas, en el que han entrado los jugadores del filial Jorge Ortí, Héctor, Marc Mateu y Fran González.

Defensa de circunstancias

La mayor parte de bajas se concentran en la línea defensiva, para la que, afortunadamente, se recupera a Sapunaru. El rumano, siempre dispuesto a jugar en cualquier posición, podría actuar como central tras la contratación de José Fernández, quien ya ocupó el carril derecho en Valladolid. Incluso, en sala de prensa, Jiménez deslizó que el ex del Oporto se habría ofrecido a jugar por la izquierda, zona que en principio estará guardada por Paredes. En el aire queda conocer la identidad del otro central, puesto que en Zorrilla fue cubierto por el descartado Maurizio Lanzaro.

Está por ver si las rotaciones también llegar de centro del campo hacia delante. Parece claro que Víctor, que descansó en Liga, estará presto para jugar desde el inicio. Lo mismo que un Postiga que, hasta la fecha, no tiene recambio posible en la primera plantilla. El estado físico de Montañés y la eterna duda de la banda derecha marcan, por lo tanto, las incógnitas. José Mari y Movilla, únicos centrocampistas disponibles, cerrarían salvo sorpresa el once.

Jiménez, un rival en su casa

En el rival, la principal novedad es el bautismo de Unai Emery en el banquillo local del Sánchez Pizjuán. Después de su debut en La Romareda y el paso por Getafe, con resultado de empate en ambos partidos, el técnico guipuzcoano conocerá a la que su nueva afición. Una masa social de la que, por cierto, forma parte Manolo Jiménez, quien también tendrá un día especial en Nervión. No en vano, el del Arahal se sentará por primera vez en su carrera en el banquillo reservado para el equipo visitante.

Considerada la Copa como la única vía posible de hacer algo importante esta temporada, presumiblemente los rojiblancos saltarán al terreno de juego con un once aproximado a la que puede ser considerada su alineación de gala. Obligados a ganar, los sevillistas no pueden especular con el resultado. Necesidad que debe ser aprovechada en su favor por el Real Zaragoza. El premio, desde luego, bien lo vale. La ilusión de jugar unas semifinales está en juego.

Posibles alineaciones

Sevilla FC: Palop, Cicinho, Spahic, Botía, Navarro, Maduro, Rakitic, Medel, Reyes, Navas y Negredo

Real Zaragoza: Leo Franco, Fernández, Sapunaru, Pintér o Lanzaro, Paredes, José Mari, Movilla, Montañés, Víctor, Álamo y Postiga

Estadio Sánchez Pizjuán (19.30)