fútbol juvenil

Un juvenil del Marianistas sufre una brutal agresión, la segunda que recibe en dos meses

M. S. G, de Los Molinos, ha propinado un puñetazo en la mandíbula de R. M. C, en un partido “tranquilo” que ha sido suspendido tras el incidente. En abril, el jugador agredido recibió varias patadas en la espalda en Casetas.

R.M.C, del Marianistas, tendido en el suelo nada más ser agredido.
R.M.C, del Marianistas, tendido en el suelo nada más ser agredido.
Heraldo

El fútbol aragonés ha vuelto a sufrir este sábado un nuevo episodio de violencia sobre un terreno de juego. El partido Los Molinos-Marianistas, correspondiente a la jornada 33 del grupo 4 de Segunda Juvenil, ha quedado suspendido en la segunda parte tras el brutal puñetazo que le ha endosado M. S. G., de Los Molinos, a R. M. C, del Marianistas. Era el segundo encuentro que disputaba la víctima tras casi un mes alejado del fútbol, después de sufrir otra agresión el pasado 22 de abril, cuando un rival del Casetas le propinó varias patadas en la espalda.

Testigos presenciales aseguran que el choque se estaba disputando en la más absoluta “tranquilidad”. Nadie entiende qué pudo pasar por la cabeza de M. S. G para que, mediada la segunda mitad, golpeara con tanta violencia a su rival. “No habíamos tenido absolutamente ningún problema durante el partido. Estaba siendo todo normal, hasta que en una disputa de balón se ha caído al suelo. Se ha levantado con muchísima rabia y me ha pegado un puñetazo en la mandíbula. Me ha pillado desprevenido y me ha tirado al suelo”, relata la víctima.

El joven, que este sábado ha sido sometido a un TAC para explorar las posibles lesiones, reconocía estar “hecho polvo” tras el suceso. “Me cuesta vocalizar un poco. Era mi segundo partido después de lo que me pasó en Casetas. Más allá del incidente, no ha habido más problemas, todo el mundo ha puesto calma. Su entrenador me ha pedido disculpas y el agresor ha intentado hablar conmigo al final, cuando salía del vestuario, pero no quería ni que se acercase”, señala R. M. C., que añade: “Llevaba 6 o 7 amarillas esta temporada más una expulsión por insultar al árbitro, no es ningún santo”.

La madre del jugador, además, apunta que desde Los Molinos les han instado a adoptar todas las medidas que consideren oportunas. “Nos han dicho que si consideramos que debemos denunciar, lo hagamos. Esto no se puede consentir. Estábamos muy poco público y había muy buen ambiente”, asegura.

Condena de Los Molinos

El club del agresor ha mostrado su más enérgica condena a este suceso. “No le podemos sacar la cara a nuestro jugador. Se le ha cruzado el cable y le ha dado un puñetazo. Rápidamente hemos ido a separar y a decirle al árbitro que no se jugase más”, explica José Antonio Egea, presidente de Los Molinos.

El dirigente, que también hacía las labores de entrenador en el encuentro, ha sido uno de los primeros en solicitar al colegiado la suspensión del choque. “No me parecía lógico jugar después de lo que había ocurrido. Le hemos prestado toda la ayuda posible al jugador del Marianistas. El chico no ha querido aceptar el perdón de nuestro jugador y está en su pleno derecho. No había ocurrido nada en el partido para que sucediera algo así”, lamenta Egea.

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