Zaragoza, Teruel, Tudela y Pamplona en distintas etapas, Australia, Ejea… y Utebo. La trepidante carrera de Álex Sánchez ha dado un nuevo giro. El club barbo, atraído por los 10 goles que llevaba anotados en Tercera RFEF, ha apostado por su acometer su cesión. Por la incorporación de un futbolista que guarda una increíble historia personal sobre la que escribió el libro ‘La vida al alcance de la mano’.

A día de hoy, Sánchez sigue siendo el único futbolista capaz de debutar en Primera División con una discapacidad. Nació sin la mano derecha, pero su "amor por el fútbol" le llevó a sobreponerse a la adversidad. Entró en las categorías inferiores del Real Zaragoza siendo un niño en edad cadete y, a partir de ahí, fue escalando hasta alcanzar la máxima categoría.

Eran los comienzos de un viaje con infinitas paradas, que ahora le lleva a reencontrarse con Juan Carlos Beltrán en Utebo. Ambos coincidieron en el Tudelano hace tiempo, y este es uno de los motivos por los que Álex no dudó en firmar con los azulones para la recta final de temporada.

"Conozco su forma de entender el fútbol, su método de entrenamiento, y creo que podemos entendernos bien", explica el jugador, que el pasado domingo ya debutó en el Santa Ana de Utebo, entrando en la segunda mitad en sustitución de otro viejo conocido del zaragocismo, Adán Pérez.

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"Tengo muchos amigos en este equipo. Me apetecía reencontrarme con ellos; mucho más, teniendo en cuenta el proyecto de este club y las bonitas aspiraciones que tiene", añade, sobre un acuerdo que empezó a fraguarse hace ya dos meses, cuando Quique García, director deportivo del Utebo, le trasladó su interés en firmarlo.

Álex Sánchez todavía tiene contrato con la SD Ejea por lo que resta de temporada y la siguiente, pero no quiso dejar pasar el tren de regreso a la Segunda RFEF a modo de préstamo. Los de las Cinco Villas pierden a su referente ofensivo (llevaba 10 goles en los 17 partidos disputados) pero se ahorran una ficha elevada. El jugador asume el desafío de volver a ser uno de los nombres a tener en cuenta en Segunda RFEF, categoría que conoce a la perfección.

"En el fútbol está demostrado que no hay nadie imprescindible. El Ejea se ha podido reforzar bien en el mercado de invierno, y también habrá otros jugadores que darán un paso al frente en mi ausencia", completa un jugador que, camino de los 33 años, se siente «muy afortunado» por la trayectoria que ha seguido.

Movido por el corazón

"Cuando era pequeño soñaba con ser futbolista, con dedicarme a mi gran pasión, y lo he conseguido", recuerda Sánchez, y celebra poder decir que su discapacidad no le ha impedido alcanzar las metas propuestas.

"Siempre me ha movido el corazón. El corazón es lo que te lleva a conseguir lo que te propongas. Es el mensaje que le lanzo a los chavales que estén en una situación como la mía. Ojalá pronto pueda decir que ya no soy el único discapacitado que ha jugado en Primera. Eso querrá decir que que otros han seguido mi camino", concluye.