selección española
Pasión por España
La selección española retorna a La Romareda casi 20 años después con todas las entradas agotadas. Camino de la Copa del Mundo, el equipo de Luis Enrique se mide a Suiza con Borja Iglesias en sus filas.
Por fin España, la selección, regresa a Zaragoza. Han transcurrido 19 años de la última vez, de aquella derrota contra Grecia en el camino hacia la Eurocopa de Portugal de 2004. Desde entonces, muchas cosas han sucedido en nuestro fútbol, y en el fútbol de Zaragoza. Mientras que la selección se elevaba como una dominadora planetaria y referente del juego bien expuesto y ganaba una Copa del Mundo y un par de Eurocopas, el Real Zaragoza se fue descosiendo hasta despiezarse en el baúl olvidado de la Segunda División, un declive que ha alejado, sobre todo en la última década, al público zaragozano del fútbol de máximo nivel.
De la mano de la España del general Luis Enrique, la selección devuelve ese fútbol a La Romareda, para medirse a Suiza en un partido camino del Mundial de Catar, pero con impronta oficial: si vence a los helvéticos, viajará el martes a Braga con todo en su mano para clasificarse para la final a cuatro de la UEFANations League del próximo junio. España retorna al estadio aragonés como acto principal del programa del centenario de la Federación Aragonesa y lo hace con esa infantería de jóvenes ambiciosos, estrellas emergentes, que vive entregada por su seleccionador. Zaragoza asistirá en directo al fútbol enérgico, fresco y clarividente de jugadores como Pedri, Gavi, Ferrán Torres, Pablo Sarabia, Álvaro Morata… Muchos de ellos aún inéditos para los ojos de La Romareda.
No lo es el caso, ni mucho menos, de uno de los debutantes junto a Nico Williams: el delantero Borja Iglesias. Pocos futbolistas calaron a su paso por Zaragoza tan profundo en la admiración de la afición y pocos se han labrado con tanto merecimiento el derecho a formar parte de la selección. Muestra de ello es el cariño que recibió ayer a la llegada de la expedición desde Madrid, tanto en el aeropuerto de Garrapinillos como a las puertas del hotel Reina Petronila. El ariete gallego, abonado del Real Zaragoza, es uno de los mejores goleadores europeos del año 2022 y lidera el ataque del sorprendente Betis del primer mes y medio de temporada. De su buen hacer en esta convocatoria y en las próximas semanas, depende su billete hacia la Copa del Mundo.
Vestida de rojo, La Romareda estará hasta arriba. Maquillada para la ocasión con unas obras de acondicionamiento, lucirá su arruga, su entrañable antigüedad, mientras se prepara para su reconstrucción y para su candidatura como sede de la Copa del Mundo de 2030. No ha quedado ni una entrada sin vender y sin repartir. La pequeña remesa puesta ayer a la venta se evaporó en unos minutos.
No es un partido cualquiera. Ni mucho menos de carácter amistoso o meramente preparatorio a apenas dos meses de la Copa del Mundo. El duelo contra Suiza puede poner a España casi con los dos pies en la Nations League –sellará su clasificación ya mismo si vence hoy y Portugal pierde contra la República Checa sin necesidad de esperar al duelo del martes en Braga–. Además, el partido de La Romareda permitirá extraer significados sólidos sobre la España que se cocina para la Copa del Mundo. Esta es la última lista antes de la definitiva para la cita de Catar. El grueso de los jugadores que han viajado a Zaragoza estarán en el país asiático. Queda por ver en qué grado de evolución y solvencia se encuentra el fútbol de la selección.
Xhaka lidera a Suiza
En el camino se pone Suiza, un equipo sólido, rápido en su ataque, de las que su orden y disciplina pone a prueba los circuitos creativos de la selección. Ya tuvo España que sudar sangre contra ellos en la pasada Eurocopa y en el partido del pasado junio. La lidera el talento rebelde de Granit Xhaka, mediocampista de buen pie y muchos kilómetros que hace de faro en el Arsenal inglés. Le rodean bien sus viejos socios en el Basilea que sorprendió a Europa hace un lustro: un Shaqiri venido a menos que nunca dio continuidad a su juego luminoso e imprevisible o el portero Yan Sommer. A ellos se les une la nueva generación: el defensa Akanji, reclutado por Guardiola para el City, el aseado mediocentro Freuler, el imponente atleta Embolo...
A España le va a exigir las mejores líneas de su ideario, un estilo, un modelo, que Zaragoza, por fin, va a poder saborear en directo, metiéndole la cuchara y el corazón a un fútbol que echa demasiado de menos.
