Valverde y Asensio dan alas al Real Madrid frente al Leipzig en la Liga de Campeones

Un gol del afilado multiusos charrúa y otra diana con tintes redentores del extremo balear permiten al campeón descerrajar al Leipzig y mantener su impoluto balance del curso.

Los jugadores del Madrid felicitan a Asensio tras su gol
Los jugadores del Madrid felicitan a Asensio tras su gol
SUSANA VERA

Valverde y Asensio dieron alas al Real Madrid ante el Leipzig. El multiusos charrúa, cada vez más incisivo y afilado en ataque, y el extremo balear, que se reconcilió con su parroquia tres días después de escenificar un sonado enfado ante el Mallorca, descerrajaron al conjunto sajón para otorgar un sufrido triunfo al vigente campeón de Europa que permitió a los blancos certificar su mejor inicio de curso en más de medio siglo. Desde 1969 no descorchaba el conjunto de Chamartín una temporada con ocho victorias consecutivas.

Pero para alcanzar semejante hito tuvo que padecer muchísimo más de lo previsto. Porque el bloque de Carlo Ancelotti, segundo técnico que alcanza las cien victorias en la Champions después de que lo hiciera el legendario Sir Alex Ferguson, completó una actuación deslucida frente a un Leipzig respondón que fue superior en la primera parte y gozó de mejores ocasiones hasta que el enésimo arreón de un equipo que siempre saca su mejor cara cuando las fuerzas del rival flaquean se lo llevó por delante.

Apercibido de que la principal amenaza del choque radicaba en la electricidad, el dinamismo y la verticalidad del Leipzig, Ancelotti optó por encarar a la escuadra teutona con un once de acentuado perfil físico en el que sobresalió la entrada de Nacho en el eje de la zaga junto a Rüdiger, el desplazamiento de Alaba al costado izquierdo y la inclusión de Camavinga en la sala de máquinas junto al pulpo Tchouaméni y el incombustible Modric. Arriba, Rodrygo emergió como falso nueve para rematar un tridente rebosante de lozanía que completaban el energético Valverde y el infatigable Vinicius, determinantes en otra conexión letal que sacó al Real Madrid del atolladero.

Porque el Real Madrid salió aletargado frente a un Leipzig efervescente al espacio con Werner y Nkunku como centellas. Una pérdida de Vinicius dio vuelo al extremo francés, cuyo disparo raso blocó Courtois en el primer aviso de que el cuadro de Marco Rose no tenía remilgos a la hora de tutear al rey de Europa, muy espeso y al que Courtois tuvo que sostener también con una buena reacción a un disparo de Werner cuando frisaba el primer tercio del pleito.

Poco después, el ex del Chelsea citaba con el gol a Nkunku, que no alcanzó a embocar la bola por una uña. La acumulación de agujeros defensivos, especialmente notables por el costado de Carvajal, desesperaban a Ancelotti y agitaban al Bernabéu, incómodo con el juego deslavazado y la falta de tensión del bando anfitrión, que alcanzó el descanso sin un solo remate entre los tres palos, aunque disgustado por un derribo de Schlager a Modric que el árbitro no estimó punible pese a que el empujón al croata, que tenía ganada la posición, fue palmario. Más madera para la polémica en una semana que dejó decisiones controvertidas en Múnich, Leverkusen, Copenhague o Mánchester, por citar solo algunas de las plazas donde el arbitraje y su auxilio tecnológico se arrastraron por el barro.

Los cambios espolean al campeón

No agitó el árbol a vuelta de vestuarios Ancelotti y el Real Madrid mantuvo el tono monocorde que permitía vivir una noche plácida al Leipzig. Viendo que el atasco persistía frente a un Leipzig de granito, el italiano retiró a Camavinga e indultó a Asensio en busca de un francotirador que desmoronase el muro. El cambio de cromos provocó que Valverde se retrasase a la medular y dejase el flanco derecho al balear. Un movimiento de piezas que acabaría siendo decisivo.

Era un escenario perfecto para que emergiese la rebeldía de Asensio, protagonista el pasado domingo de un publicitado berrinche por su falta de minutos. El mallorquín tomó nota del consejo de Ancelotti, robando primero para desencadenar un contragolpe que sacó a Gulacsi del ostracismo. Reventó líneas Valverde, que agendó el encuentro de Vinicius con el arquero, pero el húngaro se hizo grande y luego Asensio no pudo resolver tras cazar el rechace. Se revolvió el Leipzig con una incursión por la derecha de Szoboszlai, pero Carvajal corrigió a tiempo para evitar que Nkunku marcase a placer.

El encuentro, hasta entonces apergaminado, por fin sacaba las burbujas. Y ahí nadie se mueve como el Real Madrid. Vinicius burló por fin a su alguacil y conectó con Valverde, que refrendó su condición de abrelatas con su tercer tanto de la temporada para mantener un pleno de los blancos al que Asensio puso la guinda enarbolando su fusil en una acción a balón parado orquestada por Kroos para, a renglón seguido, pedir perdón por su salida de tono y ganarse el perdón del Bernabéu. Los goles apaciguan cualquier disgusto.

Ficha

Real Madrid-Leipzig (2-0)

Real Madrid: Courtois, Carvajal, Rüdiger, Nacho, Alaba (Mendy, min. 81), Tchouaméni, Modric (Kroos, min. 81), Camavinga (Asensio, min. 64), Valverde, Rodrygo (Mariano, min. 84) y Vinicius (Ceballos, min. 84).

Leipzig: Gulacsi, Simakan (Henrichs, min. 74), Orban, Diallo, Raum, Haidara (Kampl, min. 74), Schlager, Nkunku, Forsberg (Poulsen, min. 81), Szoboszlai y Werner (André Silva, min. 81).

Goles: 1-0: min. 80, Valverde. 2-0: min. 90+1, Asensio.

Árbitro: Maurizio Mariani (Italia). Amonestó a Haidara, Nkunku, Schlager y Carvajal.

Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Grupo F de la Liga de Campeones, disputado en el Santiago Bernabéu ante unos 60.000 espectadores.

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