Italia y Turquía, guerra fría antes del debut

El intercambio de insultos entre los líderes de ambos países calienta el encuentro, en el que la 'Azurra' juega en casa y es favorita.

Las selecciones de Italia (arriba) y Turquía
Las selecciones de Italia (arriba) y Turquía
Agencias

"Erdogan es un dictador". "Draghi no ha sido ni siquiera elegido y sus palabras son de una absoluta impertinencia y vulgaridad". La guerra fría que han mantenido estos últimos meses el primer ministro italiano, Mario Draghi, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, va a pasar este viernes de la política al fútbol con el partido que las selecciones de ambos países disputan en el estadio Olímpico de Roma. Los combinados italiano y turco debutan en la Eurocopa en un encuentro con morbo añadido por el pique entre ambas naciones, y eso que no se espera que ni Draghi ni Erdogan estén en el palco. Sobre el césped del Olímpico pasa la eventual mejora o empeoramiento de las relaciones entre Italia y Turquía, que el jefe de Gobierno de Roma "golpeó con un hacha" al insultar a Erdogan, según lamentó éste último.

Más allá de las cuestiones políticas, en la selección 'Azzurra' hay muchas ganas de jugar contra el combinado turco y volver así a una gran competición internacional después de no clasificarse para el Mundial de Rusia de 2018, lo que supuso una vergüenza nacional. Italia parte con la vitola de favorita en el encuentro contra Turquía gracias a la estabilidad que le ha dado su seleccionador, Roberto Mancini, que lleva 27 partidos sin perder. Ha logrado un equipo bien plantado y equilibrado entre un grupo de jóvenes ambiciosos y un puñado de curtidos veteranos. "Llegaremos a las semifinales y, a partir de ahí, puede pasar de todo", pronosticaba en este periódico Fabio Capello, exentrenador del Milan y del Real Madrid.

La 'Azzurra' juega en Roma los tres partidos de esta primera fase, lo que supone una oportunidad para reivindicarse ante su público tras el fiasco de quedarse fuera del último Mundial. "Recordemos aquellas imágenes del Mundial de Italia-90 en el que nuestra selección solo perdió en Nápoles contra la Argentina de Maradona en semifinales. Jugar en casa tiene un peso. Y más aún después de que los futbolistas lleven viendo estadios vacíos desde hace un año y medio por culpa de la pandemia", cuenta Carlo Angioni, periodista del diario deportivo 'Gazzetta dello Sport'. Aunque el Olímpico tiene una capacidad para 70.000 personas, las medidas de seguridad para evitar los contagios han reducido el aforo a 14.000. Esos asientos disponibles serán ocupados mayoritariamente por 'tifosi' italianos, pues los aficionados turcos tiene que hacer una cuarentena al entrar en el país europeo, lo que ha desincentivado enormemente los viajes.

"Somos optimistas. Mancini lleva dos años y medio sin perder, aunque es cierto que ahora llega la hora de la verdad porque hasta el momento no se había medido a selecciones fuertes", explica Mario Sconcerti, reportero del 'Corriere della Sera'. "Mancini hace jugar a la selección muy rápido. Es distinto a como se hace en nuestra liga. El centro del campo es de construcción, se mueve el balón de manera continua gracias a Jorginho, Barella y Verrati". Este último, al que Sconcerti considera el "segundo director" del combinado italiano, está recuperándose de una lesión y es probable que no salte al campo hasta el segundo o tercer partido de la Eurocopa. Barella es para ambos periodistas consultados el futbolista que "puede hacer grande" a la 'Azzurra' tras su magnífica temporada en el Inter de Milán, con el que ha logrado el 'Scudetto'. "Es un jugador sin precedentes en Italia", opina Sconcerti.

Italia se encontrará en el Olímpico a la selección entrenada por Senol Gunes, que durante la fase clasificatoria consiguió disputarle el primer puesto del grupo a Francia. Turquía es un equipo bien armado, conservador, que cede el balón al rival y trata de aprovechar al máximo los errores que comete. Entre sus jugadores destacan Hakan Calhanoglu, muy conocido por los italianos al vestir la camiseta del Milan, y la pareja turca del Lille, Yusuf Yazici y Burak Yilmaz. A sus 35 años, Yilmaz llega a la Eurocopa tras una magnífica campaña con el club galo, con el que ha ganado la liga francesa, y como gran estrella del equipo otomano.

Gunes ha tratado de quitarle la presión a sus hombres y pasársela a los italianos al afirmar que "todos nuestros adversarios están por encima de nosotros". Les toca ahora a los elegidos por Mancini confirmar en el campo por qué se les da como favoritos.

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