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La nueva pirámide del fútbol español: la Segunda B pasa a ser Primera RFEF
Con el debate de la Superliga aún coleando, la Federación ultima la reformulación del nuevo sistema de divisiones que entrará en vigor la próxima temporada.
El fútbol español, en todas sus categorías, afronta estas semanas su tramo decisivo de los campeonatos. Desde la lucha por el título en Primera División hasta los últimos descensos en las divisiones regionales, todos los clubes españoles encaran las jornadas decisivas de sus respectivas ligas. En un contexto de debate sobre las nuevas competiciones, con el foco sobre la fallida Superliga europea, el propio fútbol español afronta estos meses tiempos de cambios, con una reorganización histórica de sus competiciones nacionales.
De la Segunda División hacia abajo, el balompié nacional modificará sustancialmente su sistema competitivo, con una reestructuración obligada por la pandemia que busca –según la propia Federación Española– acercar el semiprofesionalismo a las entidades medias y menores. La clásica Segunda División B se dividirá a partir de la próxima temporada en dos nuevas categorías: las denominadas Primera y Segunda División RFEF (en alusión a las siglas de la Real Federación Española de Fútbol).
La Primera División RFEF, el escalón previo a la Segunda División, estará integrada por un total de 40 clubes divididos en dos grupos de 20 equipos distribuidos por proximidad geográfica. En el curso 2021-2022, la formarán los cuatro descendidos de Segunda y 36 procedentes de la extinta Segunda División B tras la disputa de la correspondiente fase de ascenso. La propia Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ha planteado esta semana que esta nueva categoría debe ser "profesional, con contrato y salario mínimo para jugadores y condiciones laborales".
Una negociación aún abierta
En una negociación aún abierta, la Federación exigirá diferentes requisitos a las entidades participantes, entre ellos un aval de 200.000 euros, un campo con césped natural y un aforo mínimo de 4.000 espectadores. De la nueva Primera RFEF saldrán los cuatro ascensos anuales a Segunda División, dos reservados a los campeones de grupo y los otros dos para los ganadores de un ‘play off’ que jugarán los equipos clasificados del segundo al quinto puesto de cada grupo. Los filiales podrán jugar la liga si su primer equipo compite en Primera o Segunda, divisiones que seguirá gestionando La Liga.
Una categoría por debajo de la Primera RFEF se instaurará la nueva Segunda División RFEF –la cuarta división por orden de jerarquía–, también dependiente de la Federación Española. La división estará integrada por un total de 90 clubes distribuidos en cinco grupos de 18 equipos repartidos por proximidad geográfica. En la campaña de su debut, la próxima, la Segunda RFEF estará compuesta por 36 equipos procedentes de Segunda División B y 54 que subirán de la Tercera División 2020-2021. El Tarazona, el Ebro y el recién ascendido Teruel ya tienen asegurada su plaza para el próximo curso, mientras que el Ejea pelea por conquistarla. Además, al menos otros dos clubes aragoneses ascenderán en las próximas semanas, uno de forma directa –con el Huesca B y el Brea como grandes candidatos– y otro vía ‘play off’.
Un escalón por debajo se ubicará la denominada Tercera División RFEF, que estará integrada –como es habitual estos años en Tercera– por un total de 324 clubes divididos en 18 grupos de 18 equipos cada uno y distribuidos por Federaciones territoriales. Aragón, como es habitual, formará parte del grupo XVII, mientras que Andalucía, por sus particularidades geográficas, contará como es frecuente con dos: el IX y el X. La Federación Española ultima estas semanas el número de cupos de ascensos y de descensos, así como su formato definitivo.
