El Athletic y el Granada afrontan el primer asalto de semifinales de la Copa del Rey

El hecho de que el Real Madrid y el Barcelona, además del Valencia, vigente campeón, quedasen apeados en cuartos de final, ha dejado huérfana la Copa del Rey en su fase decisiva. Sin embargo, no se debe infravalorar por ello una competición que ha maravillado con un nuevo formato por emoción, sorpresas y numerosos duelos decididos en la prórroga o los penaltis. San Mamés, sede de los partidos de España en la próxima Eurocopa, ya se viste de gala para un duelo histórico entre el Athletic, induscutible rey de copas hasta el moderno dominio azulgrana, y un vigoroso y ordenado Granada que en nada se asemeja a un recién ascendio.

Los más viejos del lugar rememoran con este choque las semifinales que ambos clubes disputaron en el curso 1968-69, preludio del que supuso un nuevo título de los leones al imponerse en la final al Elche (1-0), uno de los rivales a los que Gaizka Garitano han dejado este curso en la cuneta tras una milagrosa tanda de penaltis con Iago Herrerín como destacado protagonista. Curiosamente, el Athletic también se alzó con el título en el año 1944 tras verse las caras con el Granada, aunque entonces fue en cuartos.

Los locales están pletóricos en este torneo tras imponerse a un Barça notable gracias a un postrero gol de Iñaki Williams cuando todo parecía abocado a la prórroga después de que Griezmann y Messi malograsen dos ocasiones pintiparadas que abortó el joven portero Unai Simón, que ha hecho olvidar a Kepa Arrizabalaga. Ese éxito ante el equipo de Quique Setién ha disparado la euforia en Bilbao, que sueña con un nuevo título, el 23 de la historia federativa y el número 24 según los números del club vasco.

Enormes deseos en el 'Botxo' de volver a sacar la gabarra por la ría como en 1984, la última vez que el Athletic se alzó con este título al imponerse al Barça de Maradona en la accidentada final del Bernabéu. Los azulgrana se tomaron cumplida revancha al imponerse a los bilbaínos en las finales de 2009, 2012 y 2015, victorias culés que alimentaron el fatalismo en los leones. Y más si se tiene en cuenta la final de la Liga Europa de 2012 perdida ante el Atlético de un enorme Radamel Falcao en Bucarest.

Bajo presión

La historia, la tradición y hasta la clasificación liguera sitúan a un desgastado Athletic como indiscutible favorito. Pero el equipo de Garitano viene de caer en el derbi vasco del Reale Arena, encadena ocho encuentros sin ganar en la Liga, desde que se impuso al Granada el pasado 1 de diciembre (2-0), y sólo ha vencido en el tiempo reglamentario del torneo del KO a un rival que no sea de Tercera.

El técnico vizcaíno espera todo lo posible para recuperar a Yuri Berchiche y Raúl García, dos jugadores clave que no pudieron jugar ante los donostiarras por sendas sobrecargas musculares. Si estarán seguro ante los andaluces Iñigo Martínez, baja ante el cuadro de Imanol Alguacil por sanción, Dani García e Iker Muniain, que se perderá el choque del domingo ante Osasuna por la expulsión tras una durísima entrada, fruto de la impotencia, a Mikel Oyarzabal. En cuanto al dibujo, la principal duda por despejar es si Garitano jugará con una línea de cuatro en el fondo o con tres centrales.

Enfrente, Diego Martínez apostará por un once formado en su gran mayoría por jugadores que descansaron en el partido del pasado sábado ante el Atlético en el Wanda Metropolitano. Los granadinos confían en poder soportar la presión y lograr un resultado que les permita llegar cn opciones al choque de vuelta, previsto para el 5 de marzo en el Nuevo Los Cármenes. Los nazaríes, presentes por cuarta vez en semifinales, sueñan con volver a colarse en una final, algo que no ocurre desde el lejano 1959, cuando perdieron ante el Barcelona en la Copa del Generalísimo.

Recupera la titularidad el portero portugués Rui Silva, hasta ahora inédito en la Copa, y jugadores clave que no estuvieron ante los colchoneros, como el central Germán Sánchez, el veterano centrocampista francés Maxime Gonalons y el extremo venezolano Darwin Machís.

Se espera un llenazo en La Catedral, con presencia de unos 200 aficionados del Granada, ausente de esta ronda desde hace 51 años. "Que el Granada compita por cosas grandes no se veía por estos lares, por lo que estar aquí ya es un éxito en sí mismo", afirmó en la previa el técnico vigués del equipo nazarí, al que ve "preparado, convencido y creyendo en lo que hace". Cree que la clave del éxito es "tener personalidad, control emocional y estar enteros en uno de los campos más difíciles de toda Europa".